El reconocimiento pareció reforzar las acusaciones de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos de que Meta había utilizado una estrategia de “comprar o enterrar” para hacerse con rivales potenciales, mantener a raya a competidores más pequeños y mantener un monopolio ilegal.
“Decidieron que la competencia es demasiado dura y sería más fácil comprar a sus rivales que competir con ellos”, señaló Daniel Matheson, abogado de la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos, organismo que presentó la demanda contra Meta en 2020.
La defensa de la compañía dirigida por Zuckerberg sostiene que las adquisiciones tuvieron el fin de mejorar y hacer crecer a las empresas adquiridas, algo que -dicen- no es ilegal en Estados Unidos.
Para la FTC, “durante más de una década, Meta mantuvo en Estados Unidos un monopolio en los servicios de redes sociales”, que permiten a las personas estar en contacto con sus familias y amistades.
Según el ente regulador, otras grandes plataformas como YouTube y TikTok no están en la misma categoría. Pero Meta, con sede en Menlo Park, California, niega esto.
“El hecho de que esos servicios difieren en ciertos aspectos de las aplicaciones de Meta solo demuestra que sus competidores cercanos innovan con herramientas y funciones para ganar minutos de atención de los usuarios”, argumenta la defensa.
Las joyas de Meta están en juego
Si el gigante de las redes sociales pierde, podría verse obligado a desprenderse de Instagram y WhatsApp.
En este escenario, Meta tendría que desinvertir en estas aplicaciones, lo que implicaría separarlas de su ecosistema. Esto podría cambiar significativamente el panorama de las redes sociales, ya que ambas podrían operar de manera independiente o ser adquiridas por otras empresas.
Además, los usuarios podrían experimentar cambios en la integración de servicios y en la forma en que estas plataformas interactúan con Facebook y otras herramientas de Meta.
De acuerdo con su último reporte trimestral, Meta registró ingresos totales de 164,500 millones de dólares en 2024. Instagram y WhatsApp contribuyen de manera importante a estos ingresos, especialmente a través de publicidad en Instagram y servicios de mensajería empresarial en WhatsApp.
Sin embargo, Meta no desglosa públicamente cuánto de sus ingresos proviene específicamente de cada plataforma.
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