Los astrónomos han observado a Urano durante décadas y, hasta hace poco, parecía un planeta azul verdoso bastante tranquilo. Pero nuevos hallazgos, con unas dos décadas de observaciones del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, presentan un panorama diferente que indica un error desde 1986.
¿Cuál es el cambio o “error” de Urano que sorprende a los científicos?
Desde que, Voyager 2 (una de las sondas que llevan música mexicana al espacio), pasó cerca de Urano en 1986, reveló lo que parecía una bola de billar lisa de color verde azulado estática. O al menos eso era lo que creíamos todos estos años.
A partir de 2002, un equipo de investigadores dirigido por Erich Karkoschka, de la Universidad de Arizona, y Larry Sromovsky y Pat Fry, de la Universidad de Wisconsin, utilizó el espectrógrafo de imágenes del telescopio espacial Hubble (STIS) para observar más de cerca.
Durante veinte años estudiaron y descubrieron que Urano no es estático en absoluto. En cambio, la luz solar modifica la apariencia del planeta a medida que se inclina a lo largo de su órbita de 84 años alrededor del Sol. Su color se debe a la composición de hidrógeno, helio y metano.
Sin embargo, los datos del Hubble muestran que el metano no se distribuye uniformemente por el planeta. Está reducido en ambos polos, pero sigue siendo más abundante en latitudes medias y bajas. Además, hay grandes fluctuaciones en la neblina de aerosoles a lo largo del tiempo.
Los datos del Hubble, enseñan que este incremento en el brillo de la luz solar, se relaciona con una neblina más densa, lo que produce más brillo en el polo norte. Por otra parte, el polo sur está pierde más luz y se oscurece en ciertas épocas.
Un día en Urano es en realidad más largo de lo que pensábamos
El análisis de una década de observaciones con el Telescopio Hubble muestra que Urano tarda 17 horas, 14 minutos y 52 segundos en completar una rotación completa, es decir, 28 segundos más que la estimación de la nave espacial Voyager 2 de la NASA hace casi cuatro décadas.
La estimación actualizada de rotación de Urano ha proporcionado un sistema de coordenadas mucho más fiable para el gigante helado, que se espera que se mantenga durante más tiempo, hasta que próximas misiones puedan darnos datos aún más exactos, de acuerdo con el nuevo estudio.
La inclinación de Urano, que gira alrededor del Sol como un barril, significa que sus polos reciben aproximadamente 42 años de luz solar continua, seguidos de 42 años de oscuridad. En las últimas dos décadas, el Polo Norte ha ido recibiendo cada vez más luz solar directa.
Por eso el planeta no se ve igual de un año a otro. Una zona que era oscura hace una década, podría volverse mucho más brillante al pasar al foco de atención. Por el contrario, la región situada al otro lado del planeta se hunde en la oscuridad, lo que hace que sus nubes desaparezcan de la vista.
En la Tierra, las estaciones duran unos pocos meses. En Urano, una estación puede extenderse por dos décadas. Por lo tanto, estos datos son valiosos comparados con los que ya se tenían, de misiones que rápido sobrevuelo, como la Voyager.
Estos hallazgos de Urano, ¿En qué pueden beneficiar a los viajes espaciales?
Por ahora, los investigadores están estudiando esta riqueza de datos del Hubble para refinar sus teorías sobre el clima de Urano. Los hallazgos confirman que incluso a grandes distancias del Sol, la radiación solar puede afectar dramáticamente el clima y la formación de niebla.
Esta estimación mejorada podría ser útil para planificar futuras misiones a Urano, en particular para definir recorridos orbitales y seleccionar puntos de entrada atmosféricos adecuados. Una sonda espacial jamás habría podido capturar el desarrollo de las estaciones uranianas de esta manera.
Con este descubrimiento, se destaca la importancia de misiones de larga duración a otros planetas (como planea Elon Musk alistar su flota para conquistar Marte: No llevará solo humanos) y como el Hubble ayuda para comprender las atmósferas planetarias.
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