Para los coleccionistas de peculiaridades y objetos extraños, hay una «cara de rata» rondando por México, que te puede hacer rico al instante. Busca este detalle en tus monedas antiguas, porque podrías hacerte unos $60 000 con las cosas guardadas de la abuela, y sin saberlo.
¿Cómo una «cara de rata» te puede hacer rico de la noche a la mañana?
Los que coleccionan monedas, saben del valor que estos pequeños trozos de metal pueden llegar a tener. Para muchos es un apego sentimental o nostálgico, incluso curioso de ver distintas monedas, de varios países y de valores diferentes, pero que tienen un significado, tal vez no como un Bitcoin y las criptomonedas.
Pero, sin duda, hay algunas que sí que tienen un valor monetario importante. Hay unas monedas conocidas como caras de rata, que destacan por su peculiar diseño, su historia ligada a la monarquía española y su extrema rareza que las hace resaltar.
¿De dónde vienen estas extrañas monedas? Las onzas caras de rata son un tipo específico de moneda de oro de ocho escudos, acuñadas entre 1762 y 1772, durante el reinado de Carlos III. El término “cara de rata” se refiere al busto de Carlos III, diseñado por Tomás Francisco Prieto.
¿Por qué como una rata? Lo que más distingue es su ilustración del monarca, exagerando los rasgos que lo hacen parecer una rata o ratón. Esta extraña forma es lo que tanto gusta a coleccionistas, no es un diseño que veas todos los días, muy audaz representar al rey como una rata.
¿Cuánto puede costar una moneda de «cara de rata»?
La pregunta del millón, para que te pongas a buscar como loco en el armario de tus abuelos. Las caras de rata no son baratas, incluso los ejemplares comunes en calidad razonable suelen superar los $3000 euros, es decir, más de $60 000 pesos mexicanos.
Por ello, a pesar de rareza, el valor económico es algo que atrae a muchos. Normalmente, se ven en subastas, donde coleccionistas extranjeros elevan los precios, así que si encuentras una, guárdala como un tesoro. Además, su diseño no es universalmente apreciado, lo que hace que se pague más por la poca demanda.
Estas monedas se acuñaron en México, así que es posiblemente que algún familiar tenga alguna
Estas monedas fueron acuñadas en siete cecas diferentes: Madrid, Sevilla, México, Lima, Santa Fe de Nuevo Reino, Santiago de Chile y Guatemala. Cada una de ellas tiene particularidades que hacen de la colección un desafío complejo y apasionante.
En el caso de México, sus series fueron de las más prolíficas de la época. Se hicieron estas onzas entre 1762 y 1771. A pesar de ser las más comunes dentro del conjunto de caras de rata, siguen siendo difíciles de conseguir, especialmente en buen estado.
Incluso existen imitaciones indígenas, que hoy tienen un gran valor simbólico y coleccionable. Así que, si consigues una entre los tesoros de tus antepasados, consérvala y llévala a valor por un experto. Podría ser de las pocas monedas existentes que veas con tus ojos.
Pero México, no es el único lugar donde se pueden conseguir. En Madrid, las onzas caras de rata se acuñaron únicamente en 1760, con muy pocas en existencia, es una de las más extrañas y valiosas de conseguir. Nada que ver con las nuevas monedas de esta era que incluso son prohibidas como el Worldcoin.
En Lima, hay más oportunidades de conseguirlas, su producción hasta 1772, tuvo dos modelos, uno con nariz prominente y otro más chato, haciendo de estas variantes un atractivo para coleccionistas experimentados. Otra zona es Bogotá, donde tendrás más oportunidades, pues se hicieron desde 1762 hasta 1771.
Por lo tanto, si coleccionas objetos y monedas, con la cara de rata, aumentarás el valor de tu colección. Este pasatiempo no es apto para todos los bolsillos ni para todos los gustos. Sin embargo, es ideal para quienes buscan una experiencia histórica y con potencial de inversión.
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