
La exposición “La Venida del Señor” del artista chiapaneco Fabián Cháirez ha generado un intenso debate desde su inauguración el pasado 5 de febrero de 2025 en la galería 3 de la Academia de San Carlos, espacio vinculado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Debido a la temática de dicha muestra de arte, un sector de la población mexicana ha arremetido duramente no sólo contra el artista o el recinto en el que se está presentando, sino también hacia la Máxima Casa de Estudios.
Reconocido por su trabajo que desafía las estructuras hegemónicas y los estereotipos, Cháirez saltó a la fama en 2019 con La Revolución (popularmente conocido como el “Zapata desnudo y en tacones”), obra que desató reacciones polarizadas y lo posicionó como una figura clave del arte contemporáneo mexicano.

En esta nueva serie, compuesta por nueve óleos creados entre 2018 y 2023, Cháirez resignificó figuras del imaginario católico con un enfoque homoerótico y cargado de simbolismos religiosos.
El propio artista declaró a Milenio que su intención es “cuestionar al mundo y construir uno más incluyente”, mientras celebra el apoyo que ha recibido de colectivos LGBTIQ+ y activistas.

“Para mí es importante reflexionar sobre el éxtasis religioso y el sexual, son dos momentos de iluminación en el que el cuerpo y la conciencia se transgreden”, detalló.
Desde la inauguración de la muestra que estará abierta al público hasta el 7 de marzo con entrada libre, las reacciones en redes sociales no han parado.
La exposición ha dividido opiniones, especialmente en redes sociales, donde sectores han calificado las obras de “aberrantes” y “ofensivas” hacia la fe católica.
Eduardo Verástegui, un controvertido actor, publicó en X (antes Twitter):
“Que la máxima casa de estudios de México, que recibe fondos de los impuestos de los ciudadanos, incluidos aquellos de fe católica, se ponga a darle espacio a este tipo de expresiones aberrantes es hipócrita y está evidentemente enfocado a generar polémica por medio de la ofensa a la fe de millones de mexicanos. Saben muy bien lo que hacen. ¿Por qué no se meten con las agendas progres, globalistas, zurdas, aborteras y demás precariedades ideológicas?”.

Por otro lado, figuras como el periodista José Luis Morales cuestionó los límites entre libertad de expresión y respeto: “¿Lo ofrecen quienes lo exigen? No soy ningún santo, pero mostrar cardenales lamiendo un cirio o monjas en escenas homoeróticas podría considerarse un exceso. ¿O no?”.
Mientras tanto, colectivos LGBTIQ+ y críticos del sistema patriarcal han respaldado la exposición como una forma valiente de desafiar normas opresivas. Estos son algunos de los comentarios que hay en X:

- “Creo que el señor Verástegui no sabe que la UNAM es laica”.
- “No le veo el problema”.
- “Que dicen que vayamos a la exposición”.
El debate también ha puesto a la UNAM en el centro de la discusión. Algunos cuestionan si una institución pública debería alojar obras que generen tensión entre creencias religiosas y derechos artísticos, mientras que otros defienden su rol como promotora de la diversidad cultural y la libertad de expresión.