“Ahí fue que empezó el proyecto, pero ya en febrero me tenía que ir de gira para Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana, y yo hice ese tour como que no sintiéndolo, yo quería quedarme en PR, escribir, y trabajar estas canciones que tenía en la cabeza”, añade. Al finalizar el tour regresó a Puerto Rico y trabajó en el disco por tres meses, antes de partir de nuevo, esta vez a Nueva York, para participar en la grabación de Happy Gilmore 2 con Adam Sandler y Caught Stealing de Darren Aronofsky.
“Llegué a Puerto Rico en noviembre a comerme el estudio, el disco no estaba hecho ni un 80%. Todos mis discos yo los he terminado el día antes de que salgan. Es algo que he tratado de buscar que no sea así, pero es mi forma”. Pero esa forma de trabajar contra el reloj no debe confundirse con desinterés, Benito es un artista que trabaja con propósito e intención en todos los aspectos. “Yo siempre he tenido dos procesos de escribir, uno es el que es como que natural, de esas de canciones que te llegan, y el otro es más forzado, cuando estás trabajando en algo que va a ser un palo y mientras escribes piensas ‘acho esto le va a gustar a la gente, vamos a ponerlo’”. El éxito de Un Verano Sin Ti –nominado al Grammy por Álbum del año, y el primer disco de un artista Latino en tener 10 mil millones de streams en Spotify, además de ser el álbum con más streams en el 2022 y el 2023, entre otros– le dio seguridad en sí mismo. “Ese álbum fue el que me enseñó que realmente sí puedo hacer lo que me da la gana, no fue YHLQMDLG. El éxito te puede dar confianza, como te puede dar inseguridades; a mí me dio mucha confianza, pero yo siempre he creído más en mis ideas que en cualquier otra cosa”.
Fotografiado por Sebastián Faena, Vogue, Mayo 2025.
DeBÍ TiRAR MáS FOToS salió a la media noche en la víspera del Día de Reyes. “Es el primer trabajo mío que escucho con mi familia en su salida, porque estábamos todos juntos a las doce, y le dimos play y fue bien bonito”. Su familia es una figura prominente en el disco: en LA MuDANZA, Benito relata la historia de cómo su papá y su mamá se conocieron (y sí, su mamá lloró cuando la escuchó por primera vez), mientras que en DtMF canta “Bernie tiene el nene y Jan la nena / ya no estamos pa la movie y pa las cadenas/ estamos pa las cosas que valgan la pena”. Jan es Janthony Oliveras, el director creativo de Bad Bunny, y amigo de Benito desde la universidad; Bernie es el hermano del medio, aunque Benito cuenta riéndose, que ahora que es papá “Bernie es el hermano mayor y yo soy el del medio”. Continúa, “Mi relación con los bebés es de lejos, aunque ya el nene de Bernie me deja cogerlo y se ríe conmigo… pero yo quiero que sea más grandecito porque lo mío son los chistes, así que cuando sean más grandes vamos a kikiar”. Pero Bernie también le ha dado un regalo importante al artista de 31 años –ya no le preguntan cuándo él va a tener hijos–. “En casa la conversación murió ese día. Benny rompió de una forma, porque ya eso en casa no se habla, ya tienen el nieto, ya estamos saldos todo el mundo”. Benito se queda pensando. “Yo a veces digo que quiero uno, como que sí, algún día, pero hay veces que digo ‘acho no’, no sé cómo mi vida cambiaría después de eso”. Cambia, pero se queda igual, le contesto. “Pues a mí me da miedo que cambie y se quede igual”.
Benito Antonio Martínez Ocasio no fue el único en escuchar su nuevo disco en familia; a horas de su lanzamiento, empezaron a salir videos en TikTok de fans jóvenes enseñándoles a sus padres las canciones de salsa como BAILE INoLVIDABLE y NUEVAYoL, o haciendo montajes de fotos de sus abuelos y otros seres queridos (tanto presentes como ausentes) con el coro de la canción DtMF que dice “Debí tirar más fotos de cuando te tuve / debí darte más besos y abrazos las veces que pude”.
Pero como dijo Benito, el álbum es de extrañar a una persona o a un lugar, y entonces el “corazón del álbum”, como él le llama, es LO QUE LE PASÓ A HAWAii, una canción de sentimiento profundo y anticolonialista donde resaltan instrumentos boricuas como el güiro y el cuatro, y Benito canta, solemne, acerca de la venta de playas y terrenos en Puerto Rico a extranjeros, incitando a los puertorriqueños a que “no suelten la bandera ni olviden el le lo lai”, que no olviden su cultura. Cuando la canta en el Tiny Desk de NPR, alguien en el público grita “¡Viva Puerto Rico libre!” cuando termina la canción, a lo que Benito repite: “Viva Puerto Rico libre”. (Aquí cabe aclarar que a Puerto Rico actualmente se le reconoce como un estado libre asociado, un término que camufla su estatus como colonia de los Estados Unidos. Los puertorriqueños somos ciudadanos estadounidenses y pagamos impuestos, pero los que viven en la isla no tienen el derecho a votar por el presidente de los Estados Unidos).
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