El Papa Francisco fue el protagonista del documental original de Netflix ‘historias de una generación con el Papa Francisco’, dirigida por el prestigiado director Martin Scorsese que marcó una entrañable amistad entre ambos con una promesa que ahora buscará cumplir el cineasta tras la muerte del sumo pontífice.
Martin Scorsese buscará cumplir la promesa que le hizo al Papa Francisco antes de morir
Uno de los requisitos que puso el Papa para filmar el documental era que Scorsese escribirá un guión para una película sobre Jesús, buscando alejar la idea negativa de la religión de las personas, una promesa que el director buscará cumplir lo más pronto posible.
“He respondido al llamamiento del Papa a los artistas de la única manera que sé: imaginando y escribiendo un guión para una película sobre Jesús. La idea encontrará una nueva forma de hacer la religión más accesible y quitarles las cargas negativas de lo que se ha asociado a la religión organizada”, dijo el director de cine en una entrevista para el medio La Civilta Cattolica, destacando que el sumo pontífice le pidió expresamente “hacer que veamos a Jesús”.
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Martin Scorsese podría reconciliarse con la religión con la promesa a Francisco
Scorsese no es ajeno a las películas con temática religiosa, pero no ha salido bien librado. El director causó polémica en 1988 con la controvertida cinta ‘La última tentación de Cristo’, que le valió censura en varios países y protesta por parte de grupos ultraconservadores religiosos que incluso exigieron al papa excomulgarlo.
También tuvo desencuentros con el budismo tras la filmación de la cinta Kundun centrada en el dalai lama Tenzin Gyatso, que le provocó tensiones con el gobierno chino.
En su momento, Juan Pablo II hizo oídos sordos a las peticiones y con Francisco se mantuvo firme a la no expulsión de la religión católica para Scorsese, por lo que ahora el cineasta buscaría reivindicarse con una nueva cinta sobre Jesucristo.

El papa Francisco con Martin Scorsese
“Hay tanto que se puede decir sobre la importancia del Papa Francisco y todo lo que significa para el mundo, para la Iglesia y para el papado. Pero eso se lo dejaré a otros. Fue, en todos los sentidos, un ser humano extraordinario. Reconocía sus defectos. Irradiaba sabiduría y bondad. Tenía un compromiso férreo con el bien. Sabía en su alma que la ignorancia era una terrible plaga para la humanidad. Por eso nunca dejó de aprender. Y nunca dejó de iluminar. Y, abrazó, predicó y practicó el perdón. El perdón universal y constante”, señaló para el medio IndieWire, sobre su relación con el sumo pontífice.
“La pérdida para mí es profunda; tuve la suerte de conocerle y echaré de menos su presencia y su calidez. La pérdida para el mundo es inmensa, pero dejó una luz tras de sí, y nunca podrá apagarse”, agregó.
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