Si seguisteis la trayectoria de Days Gone en su momento, recordaréis cómo la cercanía de The Last of Us Parte 2 hizo que el mundo abierto de Bend Studio estuviera envuelto en un halo de extrema expectativa, incluso por encima de lo que el proyecto del equipo norteamericano pudo aguantar, lo que se tradujo en un juego divisivo para muchos. Ahora, y tras asumir que no lo veríamos más, el mundo abierto estrena su tercera versión en seis años: un Days Gone Remastered que no viene a reivindicar el juego original, sino a aprovechar las bondades de la nueva generación con un lavado de cara.
Sin ser un mal proyecto, la aventura de Deacon St. John sí fue divisiva y, en general, —sobre todo después de conocer que su secuela fue cancelada— la idea ampliamente concebida por los jugadores es que Days Gone fue una oportunidad perdida. Ahora, justo en su sexto cumpleaños, la primera idea que me viene a la cabeza tras jugar a su versión remasterizada es, efectivamente, que Days Gone pudo haber dado mucho más con una secuela. Pero también ha sido innegable la sensación de deja vu; de estar ante algo que he visto (casi) igual antes, y es que no debéis esperar una experiencia visual muy diferente. ¿Se ve mejor Days Gone Remastered? Indudablemente. ¿Vale la pena? Esa es la duda de siempre.
¿Qué incluye Days Gone Remastered?
A diferencia de otros juegos que dan el salto de la generación pasada de PlayStation a la más actual, Days Gone Remastered es bastante parco en contenido. En este caso, el juego estrena un modo foto, un nuevo modo de dificultad y un modo horda, pensado para quienes disfrutan de pegar tiros sin complicaciones narrativas. Sin embargo, es cierto que no es idéntico al juego original. Se han aplicado algunos cambios en la jugabilidad. Son menores, de esos que apenas se notan. Hablo de ajustes en la IA, que se suman a una mayor densidad de las hordas de zombis, además de ajustes en el control de Deacon y la moto para dar vida a la versión más pulida del juego de 2019, incluso por encima de su port a PC.


Las hordas jamás fueron una broma, ahora menos
En paralelo, el juego incluye soporte completo para el mando DualSense, con un refuerzo en los gatillos al disparar o al apretar el acelerador y el freno de la moto. El sistema de vibración, si bien aumenta la inmersión con una buena adaptación del entorno, no llega al mismo grado de espectacularidad que el más reciente Indiana Jones en PS5. Lo que sí se nota como una mejora de peso es el sonido 3D, aunque quizá esté algo exagerado, con voces con cierta reverberación y eco. Aun así, la experiencia auditiva es sobresaliente.
Las diferencias visuales están, pero como si nada
Dicho esto, es hora de hablar de lo importante: cómo se ve y cómo se juega. Hablando primero de lo segundo, Days Gone Remastered llega a PS5 —la plataforma donde lo he analizado, en su versión base— con dos modos de visualización: Calidad, que limita la tasa de FPS a 30 pero escala la resolución a 4K, y el modo Rendimiento, pensado para alcanzar los 60 FPS a una resolución de 1440p. No hay un modo Equilibrado que quede a medio camino, algo que considero una oportunidad perdida.


El modo Equilibrado no afecta a las texturas o la distancia de imagen, solo a la resolución general
En lo demás, ambos modos funcionan a la perfección, sin caídas de FPS ni tirones, pero indudablemente os recomendaría el modo rendimiento a no ser que tengáis una televisión o monitor con HDMI 2.1, algo que os da soporte para VRR. En este caso, con el modo Calidad activado y VRR, apenas se nota ese desajuste visual propio de los 30 fotogramas por segundo, creando una experiencia que se siente recortada en fluidez, sí, pero mucho más asumible. Además, algunos errores de la versión original se han mantenido, como el ghosting de ciertos elementos ambientales, como hojas o, lo que más vais a ver, la rueda de la moto en movimiento, que sigue dejando esa extraña traza tras de sí.


El texturizado a 4K es impresionante (Imagen tomada con el Modo Foto, sin añadidos)
En cuanto a la calidad gráfica , el caso de Days Gone es curioso. Por un lado, las mejoras existen y se notan desde su primera cinemática. La versión remasterizada cuenta con una mayor calidad en las texturas, que ahora se reproducen a 4K y generan buenas estampas en las secuencias cinemáticas con varios personajes. Asimismo, se ha aumentado la distancia de dibujado muy por encima de lo que esperaba, algo que ayuda no solo a la inmersión del jugador, sino que permite una vegetación más rica, lo que acaba llevando a una mejor cohesión visual.
Por otro lado, el cambio de iluminación afecta al acabado artístico, aunque no estamos ante un caso similar al de Until Dawn Remake. Con un enfoque más realista, pensado para que los haces de luz interfieran con el entorno de forma más natural, el juego presume de unas sombras más nítidas y una mejor iluminación en entornos cerrados y oscuros. Sin embargo, esta mejora en la iluminación cambia ligeramente el estilo artístico del juego. El acabado verdoso y cálido del juego base en las secuencias diurnas se ha cambiado por una tonalidad algo apagada en según qué momentos, sobre todo en aquellos con mucha vegetación.


La imagen no está saturada a propósito
Lo más complicado es hablar de las secuencias nocturnas, donde si bien es cierto que atrás quedó ese acabado azulado irreal, perdemos detalle con unas sombras mucho más contrastadas. A mí me gusta, y con un monitor o TV OLED vais a disfrutarlo muchísimo, pero es cierto que afecta a muchas cinemáticas, que ahora se sienten algo más “pobres” a simple vista solo porque los negros tienen mucha más presencia una vez cae el sol, mientras que los tonos grises y azulados han desaparecido.
Mejorar la iluminación cambia ligeramente el estilo artístico del juego
Junto a esta mejora en la iluminación, el equipo estadounidense ha ajustado la reflexión especular, y otra vez el resultado es dispar. Esto es, en términos más coloquiales, la forma en la que inciden los rayos de luz en una superficie como un espejo o el agua. La imagen a continuación es sumamente explicativa. Como veis, el reflejo del agua en la versión de 2019 era más nítido, aunque sus formas eran irreales y no captaban de forma realista los modelados. Sin embargo, comparándolo con el remaster, que ahora consigue una mejor y más lógica reflexión de los elementos cercanos, se ve, curiosamente, algo más humilde. Como el juego no aplica trazado de rayos, los reflejos cuentan con mayor ruido, por lo que estos cambios llevan a que la versión original parezca ser mejor a pesar de “falsear” la imagen.


Izquierda PS4 – Derecha PS5 (Modo Calidad)
Por todo ello, Days Gone Remastered se enfrenta a una situación compleja. La justificación de un remaster de Horizon: Zero Dawn era poca hasta que vimos el espectacular salto visual, algo que ni aun así convenció a muchos, con toda la razón. Por su parte, The Last of Us 2 Remastered apenas tuvo margen de mejora porque el producto original ya alcanzó las estrellas, reduciendo su necesidad al mínimo. Esta nueva versión del juego de Bend Studio queda en un lugar intermedio muy complicado. Si ya tienes el juego base, los 10 euros que supone este acabado mejorado valen ese precio. Si no tienes el juego, el precio completo del remaster solo compensa si llevas seis años esperando para jugarlo. Por lo demás, el salto gráfico no es tan cualitativo para justificar.
Days Gone Remastered presenta una mejora visual notable clara al original, con ajustes en la iluminación, texturas y distancia de dibujado, aunque hace imposible deshacerte de la sensación de deja vu. Eso sí, algunas mejoras no se limitan a perfeccionar lo anterior, sino a cambiarlo, a veces de forma radical con distintas tonalidades de color entre versiones y un acabado mucho más saturado en las secuencias nocturnas.
A pesar de todo, el salto visual no justifica completamente un remaster de pago, especialmente si ya se posee el juego base.
- El remaster no añade ningún contenido que expanda la historia.
- Se han mejorado las texturas y la distancia de dibujado.
- Los cambios en la iluminación son notoriamente buenos…
- … aunque cambian la estética y el impacto del juego, algo que a no muchos gustará.
- Cuesta 10 euros si cuentas con el juego base en digital o físico.
Jugadores: 1
Idioma: Textos y voces en español
Duración: 30-37 horas
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