Alimentados en buena medida por las especulaciones e interpretaciones incorrectas o alarmistas de supuestas profecías, los rumores de que un Papa africano sería el anuncio del Apocalipsis han ganado fuerza en redes sociales.
Estas ideas han cobrado más fuerza porque Peter Turkson, arzobispo de Ghana, es considerado como uno de los favoritos para ascender al Trono de San Pedro en lugar del Papa Francisco.
Sin embargo, África ha sido el lugar de origen de, por lo menos, tres sumos pontífices de la Iglesia Católica, los cuales han marcado importantes hitos en la historia de una de las religiones más grandes del planeta.
Estos importantes patriarcas de la Iglesia no solo pasaron a la historia por su origen, sino por las profundas reformas que permitieron modernizar a esta institución y hacerla aún más cercana a la gente.
Víctor I, el primer Papa africano
Originario del norte de África, de lo que actualmente es Túnez, fue el primer obispo de Roma originario de dicho continente. Ejerció el papado entre los años 189 y 199 y se tienen pocos datos sobre su nacimiento y la edad a la que llegó al Trono de San Pedro.
Entre las innovaciones que realizó fue la estandarización de la conmemoración de la resurrección de Cristo, la cual se debe observar siempre en domingo a diferencia de como se hacía antes, que se realizaba en consonancia con la Pascua judía.
Además, instituyó el latín como lengua vehícular para las misas, hecho revolucionario porque entonces se hacían en griego antiguo, a pesar de que, al ser el idioma oficial del Imperio Romano, el latín fuera hablado por más personas.
Durante su papado, Víctor I se preocupó por acercar más a las iglesias de Oriente y Occidente, las cuales se habían distanciado debido a pequeñas diferencias en los cultos y la manera en la que realizaban las misas.
Melquiades el africano, el Papa de la paz
Con un papado relativamente corto, el Papa conocido también como Miltiades fue el líder de la Iglesia Católica entre los años 311 y 314, cuando este credo religioso ya se estaba asentando en todo el Imperio Romano.
Aunque el catolicismo era más o menos aceptado en prácticamente todo el Imperio, todavía existían algunos sitios donde quienes lo profesaban eran perseguidos e incluso torturados por no venerar a dioses romanos, pero las negociaciones de Melquiades permitieron acabar con ello, convirtiendo a la Iglesia Católica en la iglesia oficial de Roma.
De hecho, fue el primer obispo de Roma en tener una residencia oficial en la Ciudad Eterna, todo ello bajo el auspicio del emperador Constantino, responsable de la gran expansión del catolicismo en la época.
También fue quien ideó la construcción de la iglesia de San Juan de Letrán, considerada la madre de todas las iglesias y uno de los primeros sitios de culto magno de la profesión católica.
Gelasio I, el primer Vicario de Cristo
El más reciente Papa africano ejerció el poder en El Vaticano entre los años 492 y 496. Se dice que él fue el primero en autonombrarse Vicario de Cristo, asegurando con ello que era su representante exclusivo en la Tierra.
También fue el creador de la llamada Teoría de las Dos Espadas, la primera idea de la división Iglesia-Estado, según la cual ambos poderes, el religioso y político, recaen en la Iglesia, pero ésta debe ceder el poder político al Estado, siempre bajo una guía espiritual.
Gelasio I también enfrentó uno de los cismas religiosos más fuertes entre las iglesias de Oriente y Occidente, señalando la supremacía de Roma sobre todas las demás iglesias católicas del mundo.
Por último, pero no menos importante, fue quien estableció la solemnidad de San Valentín, el santo patrono de los enamorados, declarando que se celebraría cada año el 14 de febrero.
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