El hallazgo efectuado por un grupo de científicos a 600 metros de profundidad en el fondo del océano y del tamaño de Islandia tiene conmocionado al mundo porque es la primera vez que se descubre algo de esta naturaleza y esto se debió a una exploración sin precedentes, demostrando que bajo las aguas hay muchas cosas por descubrir.
El descubrimiento de científicos de algo que emergió de las aguas hace millones de años
El lecho marino a grandes profundidades contiene una gran cantidad de secretos que actualmente se busca descubrir y es que hasta ahora las inmensas profundidades bajo condiciones de alta presión habían hecho imposible la exploración de estas áreas del planeta que han permanecido oculta a los ojos humanos durante millones de años.
Pero gracias a los avances tecnológicos se ha podido realizar un descubrimiento del siglo bajo las aguas a cientos de metros y uno de los últimos descubrimientos ha sido algo parecido a una isla tropical del tamaño de Islandia que emergió hace millones de años para luego hundirse progresivamente.
La detección de dicha isla se produjo gracias a la presencia de arcillas volcánicas meteorizadas atrapadas entre sucesivos flujos de lava alcalina, lo cual se logró mediante el mapeo con vehículos submarinos autónomos en el Atlántico Sur, específicamente a una profundidad aproximada de 650 m en el occidente de la Elevación del Río Grande en Brasil.
La arcilla roja fue la delatora de las huellas de lo que se hundió en las aguas oceánicas
Fue en 2018 cuando un equipo de científicos brasileños y británicos encontró evidencias de la existencia de una isla que emergió hace 45 millones de años y fue con ayuda de vehículos submarinos autónomos que estos investigadores realizaron un detallado mapeo del lecho marino y recolectaron muestras de rocas volcánicas y sedimentos arcillosos.
Bramley Murton, biólogo marino participante en la expedición, explicó que las muestras de arcilla roja en rocas volcánicas fueron clave, pues es prácticamente imposible encontrar este material a 600 metros del fondo del mar. Estas arcillas rojas son indicadoras de una pausa en las erupciones volcánicas sucesivas, siendo sus componentes:
- Caolinita
- Magnetita
- Magnetita oxidada
- Hematita
- Goethita
- Calcita biogénica
- Halita
Las rocas volcánicas alcalinas fueron recuperadas en una extensión oceánica ubicada a 1200 kilómetros de la costa de Brasil, en la Elevación de Rio Grande, y datan de aproximadamente 44 millones de años, siendo una prueba directa de que esta región volcánica estuvo por encima del nivel del mar, formando una isla de varios miles de kilómetros cuadrados.
Hay una antigua isla del tamaño de Islandia sumergida en el Océano Atlántico
El mapeo detallado de los escarpes volcánicos de la meseta volcánica mostró la presencia de arcillas rojas volcánicas meteorizadas atrapadas entre sucesivos flujos de lava, como parte de una investigación bajo las frías aguas del Atlántico que ha reavivado el interés científico por una isla que emergió en el periodo onceno para posteriormente hundirse.
Una intensa actividad volcánica en ese periodo provocó la elevación de la plataforma oceánica que se convertiría en una isla que permanecería en la superficie durante unos 80 millones de años aproximadamente en los que se produjeron fenómenos de erosión y meteorización propios de la formación del relieve terrestre.
Posteriormente, la isla se desplazaría hacia el oeste y se hundiría paulatinamente, siendo evidencia de ello la arcilla roja encontrada, convirtiéndose en un descubrimiento que cambia la comprensión geológica de las mesetas oceánicas y demuestra la presencia de formaciones actualmente sumergidas y que pudieron haber estado expuestas.
En conclusión, esta isla del tamaño de Islandia que los científicos avisan haber descubierto en el fondo del océano es prueba fehaciente de que el planeta esconde todavía muchas cosas del pasado y que hoy desatan el interés sobre las condiciones geológicas que en diversos periodos han transformado nuestro mundo.
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