Las semillas, cualquiera de ellas, en la infinidad que existen y a pesar de su pequeño tamaño, son los gigantes de la alimentación, debido a que suelen tener un elevado perfil nutricional. Sin ellas, no existirían muchas de las comidas que hoy tenemos muy naturalizadas, además de todo lo que realmente hacen e inclusive se han puesto de moda, si entran en la moda fit.
Aunque existen algunas ampliamente conocidas por sus beneficios, tales como la semilla de girasol o en ajonjolí, existen otras de gran valor nutritivo que se encuentran prácticamente en el olvido a pesar de sus enormes beneficios.

La semilla maya, alimento milenario de México
La semilla mexicana, conocida conocida como nuez maya también conocida como ojoche o ramón, proviene del árbol Brosimum alicastrum, al igual que sus hojas y frutos. Pertenece a la familia de las moráceas y crece en zonas tropicales como México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Se considera “semilla maya” porque era un alimento básico en la dieta de las civilizaciones mayas y otras culturas mesoamericanas. Esta semilla, ha sido utilizada como alimento por las comunidades indígenas y es valorado por sus propiedades alimenticias como por sus beneficios ambientales, por lo que algunos la consideran como un superalimento, aunque uno en peligro de extinción.

Los mayas utilizaban la nuez maya como fuente de energía durante épocas de escasez y la integraban en la preparación de sus alimentos debido a su versatilidad y alto contenido nutricional. Contiene muchos beneficios energizantes porque tiene propiedades similares a las del café:
- Fuente natural de energía.
- Presencia de triptófano y magnesio.
- Propiedades estimulantes similares al café.
- Digestión y estabilización de energía.
- Ideal para quienes evitan la cafeína.
- Sabor similar al café.
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