La joven, de 23 años, compartió esta información a través de Instagram una serie de capturas de pantalla y documentos donde detalla cómo se ha distribuido el dinero y las propiedades de su padre, dejándola fuera de todo.
En sus publicaciones, Juliana acusó a sus hermanos de no respetar el acuerdo de sucesión y de quedarse con la mayor parte de los bienes. Según ella, José Manuel Figueroa, Zarelea Figueroa, el fallecido Julián Figueroa y Claudia Alina, expareja del cantante, se asignaron propiedades, dinero y otros bienes materiales, mientras que ella no recibió nada. La joven afirmó que, a pesar de haber sido reconocida legalmente como hija de Joan Sebastian, fue excluida de la herencia.
Pero eso no es todo. Juliana también acusó que hay cuentas bancarias, inmuebles, terrenos, caballos y otras pertenencias de Joan Sebastian que no fueron incluidas en la sucesión testamentaria, la cual inició tras la muerte del cantante y 10 años después no ha finalizado.
“La verdad esto a mi me da mucha vergüenza pero prendieron el cerro, ahora que se queme. No sé qué tienen en contra de mí, si yo no les he hecho nada. Vivo en paz y tranquilidad en mi mundo, y se sabe”, escribió.
La joven también mencionó que nunca recibió la pensión alimentaria que le correspondía cuando era menor de edad y que todo lo que ha tenido en su vida se lo debe a su madre. En sus mensajes, expresó su frustración y vergüenza por la situación, indicando que ha decidido hablar públicamente después de años de silencio para proteger su salud mental.
Para finalizar, Juliana Figueroa hace hincapié en que no odia a ninguno de sus familiares, solo desea “que se haga justicia, pero que nos toque por igual (la herencia)”.
El conflicto por la herencia de Joan Sebastian ha sido un tema recurrente en la familia desde la muerte del cantante. A pesar de que se había informado que los problemas legales estaban cerca de resolverse, las declaraciones de Juliana sugieren que aún hay tensiones y desacuerdos entre los herederos.
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