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La razón por la que Tesla arriesga a sus clientes con el Autopilot de sus coches: Simple y oscura


La tecnología de conducción autónoma de Tesla llamada Autopilot es una de las más modernas del mundo, aunque es superada por otras de marcas europeas y asiáticas, pero no todas están homologadas en todos los países por lo que se puede decir que no están completamente operativas. En el caso particular la empresa de Elon Musk, está arriesgando a sus clientes con su sistema y veremos por qué.

La conducción autónoma: una tecnología que es la máxima ambición de Elon Musk

Esta consiste en lo más avanzado en el sector de la movilidad y es un sistema con el cual los coches están en la capacidad de conducirse sin la necesidad de intervención humana, para ello se valen de un hardware de última tecnología y de inteligencia artificial específica para este uso. En el caso de Tesla los obstáculos fijos y móviles son reconocidos a través de varias cámaras.

Las que estan colocadas estratégicamente en el coche a fin de captar la misma imagen desde varios ángulos luego son procesadas y analizadas por la inteligencia artificial a fin de que el sistema tome una decisión que puede ser alterar la dirección, frenar, entre otras. Elon Musk dice que es el mejor sistema, aunque en realidad presenta muchos problemas que aún están resolviendo.

Una tecnología que parece condenada al fracaso frente a la de sus rivales

La tecnología que usa Tesla como conducción autónoma puede ser dividida en dos, el Autopilot que se encuentra incorporado en todos sus vehículos y realiza funciones como acelerar, frenar y mantener el coche en el carril automáticamente, aunque requiere de la supervisión de un conductor humano para que, en casos imprevistos, tome el control del coche para evitar un accidente.

El otro paquete de Tesla, llamado Full Self-Driving (FSD), es opcional pero más avanzado y permite que el coche cambie de carril, estacione y conduzca por autopistas todo en forma automática y es lo más cercano a la “conducción autónoma” (aunque Europa no quiere saber nada de Elon Musk y sus coches). Para que el segundo funcione, es necesario que el primero esté activado y se basa en la detección por cámaras y sensores.

Que incluye un sistema de radar ultrasónico que es comandado por una inteligencia artificial. Pero distintas pruebas han permitido determinar que este sistema está muy por debajo de los radares y sensores Lidar que son unos equipos que utilizan luz láser infrarroja la cual, al encontrar un obstáculo, rebota hasta un receptor en el coche lo que le permite determinar datos como altura, posición, volumen y el movimiento del objeto.

No solo el que se ubica al frente sino alrededor. Tiene una distancia de precisión de 250 metros y es un sistema de conducción autónoma que es de alta eficiencia y exactitud. De hecho, es el que emplean los rivales de Tesla como el de Honda que ha sido homologado en Japón, y el de Mercedes que ya es legal en Estados Unidos y Alemania. Por cierto, los chinos ya han comenzado a utilizarlo en sus coches.

Y entonces… ¿por qué la empresa de Elon Musk utiliza este sistema que pone en riesgo a sus clientes?

Esta es la crucial pregunta que se hacen todos. El problema es que la tecnología de Lidar al ser de mejor calidad, también es más cara, tanto en su parte de detección como en la de procesamiento. Por otra parte, la configuración de Tesla es mucho más barata aunque menos efectiva porque requiere menor potencia de análisis, por lo que su Autopilot es un riesgo para sus clientes.

En conclusión, el sistema de conducción autónoma Autopilot de Tesla tiene muchas fallas, sobre todo al momento de reconocer obstáculos (como en esta prueba donde un coche de esta marca cayó en la trampa del Coyote). Pero por cuidar sus ventas, Elon Musk mantiene su sistema porque resulta más barato, aun a costa del riesgo que representa para sus clientes.



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