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Elon Musk no lo ofrece, pero este conductor se las has apañado para que su Tesla tenga autonomía siempre


El miedo a quedarse sin autonomía en un viaje sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los conductores en cuanto a decidirse o no por un coche eléctrico. Seguramente es lo que le pasó al usuario de internet que se autodenomina Xiaoma, quien decidió que lo mejor era acoplar un motor de gasolina en la parte trasera de su Tesla Model Y.

La razón no era otra que la necesidad de tener opciones a recargar la batería del vehículo en sitios remotos en los que no se pudiera enchufar a la corriente eléctrica, porque la aventura que tenía planeada llegaba hasta el Tíbet.

Una idea para casos extremos

En la zona más remota llegó a completar 19 kilómetros de autonomía por hora.

Por eso no dudo en recurrir a un generador que funciona con gasolina y que instaló adecuadamente justo en la parte trasera del vehículo. Eso sí, para cumplir con la ley del país tuvo que ponerle la matrícula del coche, para que se pudiera identificar.

De esa manera, lo que hizo es hibridar de alguna forma el Tesla Model Y, aunque con matices. En realidad no lo está convirtiendo en un eléctrico de autonomía extendida, porque para eso tendría que poder recargarse mientras circula, y no es el caso.

El generador tenía que llevar la matrícula del coche para cumplir con la ley.

Lo único que puede hacer con el generador es alimentar el paquete de baterías de vehículo cuando está estacionado, y la potencia de carga era muy limitada, como es evidente. Con todo, el autor de esta aventura asegura que pudo cargar a una potencia de 3 kW en la plataforma de observación del Everest, situada a 5.300 metros de altura. Hay que tener en cuenta que con la altitud, los motores de combustión funcionan peor por la menor cantidad de oxígeno en el aire, lo que afecta a la mezcla y al rendimiento del bloque motor.

El coste que tuvo el uso del generador 

Como sea, era una alternativa para poder cargar algunos kilómetros de autonomía allí donde era imposible o escasa la corriente eléctrica. En la zona de mayor altura, citada anteriormente, podía completar 19 kilómetros de autonomía por cada hora.

Según Xiaoma, el generador le costó unos 350 euros al cambio de divisa, y el coste de uso aproximado ha indicado que fue de unos 20 céntimos de euros por cada 1,6 kilómetros recorridos. Por lo que le ha salido más caro que si hubiera recargado en tomas de corriente convencionales, cosa que hizo allí donde estaban disponibles.

El ‘invento’ de este usuario ha sido todo un éxito, y pudo completar su travesía, aunque obviamente no es algo que tenga mucho sentido para un usuario normal de coche eléctrico. Tener uno en casa, sí que puede cumplir en caso de apagón, como el que vivimos en España hace unas semanas, pero no deja de ser algo para escenarios extremos y puntuales.



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