BYD tenía la idea de hacer una planta en México, pero los planes se cayeron y decidieron irse a otro país de Sudamérica. Ahora vemos desde lejos lo que pudo ser nuestro presente y crear miles de empleos. Esta es la historia de cómo una planta automotriz, puede hacer un gran cambio en la economía local.
Lo que pudo haber sido de México con la planta BYD, ¿Por qué no se concretó?
Hasta hace algunos meses, México estaba en boca de todos, Tesla quería construir su fábrica en el país, BYD tenía ya planes para incluirnos a la lista de nuevas fábricas, pero algo sucedió y todo lo que pensábamos realidad, se vino abajo en muy poco tiempo.
De construirse una fábrica de empresas tan grandes como BYD y Tesla, México se ubicaría en la cima. Ya contamos con marcas de trayectoria y una excelente capacidad productiva y técnica, pero estas son las empresas del momento, y nos daría una ventaja mayor.
Por desgracia, los planes de Trump y sus aranceles contribuyeron a que la incertidumbre en el mercado aumentara, y en consecuencia, México dejó de ser atractivo ante los ojos de los inversionistas extranjeros. El resultado es miles de empleos perdidos.
Ahora, BYD decidió a Brasil como la sede de una ambiciosa expansión de la empresa china, líder mundial en vehículos eléctricos. La nueva planta de BYD, actualmente en construcción en el estado de Bahía, será una de las mayores inversiones con una cifra que supera los 1100 millones de dólares.
Brasil será un líder en la industria automotriz de Latinoamérica, gracias a BYD
Sin duda, esta planta será una transformación para la industrial de Brasil (lo que queríamos para México), pues va a impactar al empleo directo y a la innovación en tecnología, lo que significa que la economía local crecerá. Esto convierte a Brasil en un serio competidor de la movilidad.
La fábrica ocupa 4,6 millones de metros cuadrados y contará con 26 nuevas estructuras, incluyendo pistas de prueba, almacenes logísticos y líneas de ensamblaje de última generación. Se espera que comience a funcionar a partir de finales de 2026.
En cuanto a la producción, tendrá una capacidad de producir hasta 150 mil coches eléctricos por año, con planes de duplicar esa cifra a 300 mil en el mediano plazo. Los modelos que se ensamblarán incluyen el Dolphin Mini, el Song Plus, el Yuan Plus y el Delfín.
Se estima una creación de hasta 20 mil empleos directos cuando la planta alcance su máxima capacidad. Ya hay capacitaciones de empleados, y la marca pretende ser un centro de innovación, no solo en coches, también en sistemas híbridos que fusione electricidad, etanol y gasolina para el mercado latino.
Sabemos que en México, a pesar de los aranceles de Trump, hubo conflictos por sospechas de espionaje según China, lo que terminó en la cancelación de planes para la llegada al país. Y ahora que vemos las posibilidades en la economía brasileña, pesa esta decisión.
No todo ha sido positivo para BYD, también enfrenta serios problemas en Brasil
Sin embargo, no todo ha sido positivo. A finales de año, se descubrió de trabajadores esclavos de BYD Brasil, que fueron llevados de forma irregular. Esto afectó la imagen de la empresa y causó una gran polémica sobre las leyes laborales del país.
Pese a estos problemas, el crecimiento continuó. Las ventas aumentaron un 85 % en 2024, alcanzando más de 170 mil unidades. En ciudades como São Paulo y Brasilia, los coches BYD son cada vez más comunes, ya que el gobierno está dando incentivos para estos autos.
Y no es solo BYD que le dio la mirada a Brasil, GWM, también han anunciado la apertura de plantas en el país, atraídos por su gran mercado, una red de proveedores consolidada y la relación política entre ambos países. Esto nos deja en una posición de competencia por el mercado automotor.
Aunque la historia de crecimiento y empleos de BYD debió ser en México, los planes no se concretaron por los problemas económicos, políticos y de tensiones entre China y Estados Unidos, una vez más somos intermediarios y caemos sobre las consecuencias de estos conflictos.
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