Durante más de una década para los científicos, uno de los fenómenos más intrigantes en la superficie marciana ha sido la aparición de largas franjas oscuras que se forman estacionalmente en laderas y cráteres del planeta rojo. Estas marcas, conocidas como «líneas recurrentes de pendiente» (RSL, por sus siglas en inglés), se creían indicios de actividad hídrica, alimentando esperanzas sobre la existencia de agua líquida en Marte. Sin embargo, una nueva investigación realizada por un equipo internacional de científicos ha sacudido esa teoría al ofrecer una explicación completamente diferente y más seca.
Según este estudio, publicado recientemente en la revista Nature Geoscience, las oscuras líneas observadas en Marte no son causadas por flujos de agua salada como se había postulado inicialmente. En cambio, los investigadores aseguran que estos patrones son provocados por movimientos de granos de arena y polvo en condiciones extremadamente secas, impulsados por los intensos cambios térmicos del suelo marciano afirman los científicos.
Este hallazgo es el resultado de una revisión exhaustiva de los datos obtenidos por los instrumentos del orbitador Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), en especial su cámara HiRISE, que ha ofrecido imágenes de alta resolución de la superficie marciana durante años. Lo que parecía inicialmente una señal de humedad, ahora se interpreta como una especie de flujo granular, similar a lo que ocurre cuando una avalancha de arena se desliza por una duna en la Tierra.
Científicos y el descubrimiento del verdadero origen de las RSL
«Durante mucho tiempo, nos aferramos a la idea de que estas franjas indicaban la presencia de agua, porque eso era lo más esperanzador en términos de habitabilidad», explicó uno de los investigadores principales. Sin embargo, el nuevo análisis muestra que la distribución de las RSL depende más de la orientación de las laderas y de la composición del terreno que de cualquier actividad hídrica.
Los científicos observaron que estas líneas aparecen y desaparecen con las estaciones marcianas, especialmente durante los períodos más cálidos, lo cual encajaba con la hipótesis del agua salada. Pero al comparar las localizaciones, descubrieron que muchas RSL se forman en regiones donde la temperatura y presión atmosférica hacen prácticamente imposible la existencia de agua líquida, incluso en su forma salina.
Esto sugiere que las franjas oscuras no son más que áreas en las que los finos granos de arena se reorganizan superficialmente, reflejando menos luz solar que el material circundante. Es un fenómeno puramente físico y seco, sin necesidad de invocar la presencia de líquidos. La idea de flujos de agua queda ahora desplazada por este nuevo enfoque que, aunque menos espectacular, podría ser más consistente con lo que realmente ocurre en el planeta rojo.

Este giro inesperado según los científicos en la interpretación de uno de los fenómenos más discutidos de Marte tiene importantes implicaciones para la exploración futura. El agua líquida ha sido durante mucho tiempo el principal objetivo de las misiones marcianas, tanto por su papel en la búsqueda de vida como por su valor para la colonización humana. Pero si estos rastros oscuros no contienen agua, muchas estrategias de exploración tendrán que ser reevaluadas.
Los investigadores y científicos insisten en que esto no significa que Marte no tenga agua. De hecho, se han detectado grandes reservas de hielo bajo la superficie, especialmente en las regiones polares. Sin embargo, el hallazgo sí reduce considerablemente las esperanzas de encontrar agua líquida accesible en la superficie, al menos en las zonas ecuatoriales y templadas donde aparecen estas franjas.
El estudio también invita a la comunidad científica a replantearse otros fenómenos marcianos que han sido interpretados desde una perspectiva terrícola. Marte, con su baja presión atmosférica, temperaturas extremas y peculiar composición geológica, es un entorno radicalmente distinto al de la Tierra, por lo que se deben evitar analogías simplistas.
Aunque la desilusión sobre la posible presencia de agua líquida es inevitable, el descubrimiento es un paso adelante en nuestra comprensión del planeta rojo y también su alineación con las pirámides de Egipto. Demuestra que, lejos de necesitar soluciones espectaculares o exóticas, a veces la explicación más simple —el movimiento de arena— puede ser la correcta.
Los científicos seguirán observando de cerca estos patrones con el MRO y futuras misiones como el rover Perseverance, que está actualmente explorando el cráter Jezero en busca de signos de vida pasada igual que las manchas verdes aparecidas en Marte. Pero con esta nueva comprensión sobre las RSL, el foco de la investigación podría desplazarse hacia otras regiones más prometedoras para la búsqueda de agua y vida, como las capas subterráneas o los depósitos polares.
En Marte, la ciencia sigue ajustando la lente con la que miramos al universo. Y cada corrección nos lleva, poco a poco, más cerca de entender sus verdaderos secretos según los investigadores y científicos.
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