En pleno apogeo del Summer Game Fest 2025, con todos atentos a las novedades del medio, Bethesda ha vuelto a encender el debate sobre uno de los temas más discutidos entre los fans de Fallout: ¿podría la saga postapocalíptica abandonar alguna vez los Estados Unidos? Aunque la idea despierta curiosidad, sobre todo tras ver el buen recibimiento de Fallout: London, tanto el equipo de desarrollo como los seguidores más veteranos de la franquicia tienen opiniones firmes al respecto.
Durante una charla en Los Ángeles con Insider Gaming posterior al evento de Geoff Keighley, el director creativo Jonathan Rush y el productor principal Bill LaCoste, ambos de Bethesda Game Studios, no abordaron cuándo llegará Fallout 5, pero sí hablaron de cómo ADN de la IP está profundamente ligado a la cultura estadounidense. Desde los inicios de la saga, la licencia ha explorado una visión retrofuturista de los EE. UU., marcada por la Guerra Fría, la obsesión nuclear y una crítica constante al capitalismo desenfrenado. Y, aunque no cierra la puerta del todo, por ahora, la respuesta es un rotundo “probablemente no“.
Fallout es tan estadounidense “como la tarta de manzana de mamá”
Rush explicó que buena parte del “espíritu de Fallout” reside precisamente en esa versión distorsionada de América, en la que se mezclan el optimismo exagerado de los años 50 con la decadencia total del mundo tras la guerra. Llevar la saga fuera de ese contexto supondría perder parte de su esencia, según el creativo, ya que costaría mantener el equilibrio entre humor, crítica social y desesperanza que la caracteriza.
LaCoste, por su parte, remarcó que gran parte del misterio y el atractivo del universo Fallout radica en lo que no se cuenta. Al centrarse siempre en una perspectiva local —la estadounidense—, el juego deja espacio para que los fans especulen sobre lo que ocurre en otras partes del mundo. Esta estrategia narrativa ha permitido que el trasfondo del juego crezca de forma orgánica durante más de tres décadas, a través de detalles, rumores y pistas dispersas.
Así, aunque nunca se puede descartar del todo una aventura Fallout fuera de los EE. UU., Bethesda parece firme en su decisión de mantener la saga en casa. Al fin y al cabo, como ellos mismos afirman, cambiar de escenario implicaría rehacer los pilares que hacen de Fallout lo que es: una sátira apocalíptica profundamente norteamericana.
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