El universo de Star Wars nunca deja de sorprendernos. A lo largo de los años hemos descubierto detalles escondidos, decisiones creativas insólitas y anécdotas de producción que humanizan y engrandecen su leyenda. Pero hay casos que, por su cercanía con lo cotidiano, nos dejan aún más boquiabiertos. Uno de ellos es el de un cartel promocional de El Retorno del Jedi que ha vivido durante más de cuatro décadas en la memoria colectiva de los fans… pero bajo una suposición errónea.
Durante años hemos creído que las dos manos que aparecen en alto, empuñando un sable de luz azul sobre un fondo estrellado, eran de Luke Skywalker. O más concretamente, del actor Mark Hamill. Tiene sentido: se trata del héroe de la trilogía original y el sable es casi su firma visual. Sin embargo, ese cartel promocional, uno de los primeros de la producción y de los más recordados de 1983, esconde un detalle que acaba de salir a la luz para muchos fans: esas manos no pertenecen a Luke Skywalker. Son, de hecho, las del mismísimo George Lucas.
Una imagen icónica con un secreto casi oculto durante décadas
La revelación llegó a través de Phil Szostak, director de arte creativo de Lucasfilm y una de las figuras que mejor conoce los entresijos visuales de la franquicia galáctica. Szostak, que también es autor de varios libros oficiales sobre el arte de Star Wars, compartió esta curiosidad en redes sociales y encendió un pequeño fuego entre la comunidad: el icónico cartel de El Retorno del Jedi conocido por los coleccionista como “Style “A”, no muestra al protagonista de la saga, sino a su creador.
Diseñado por el artista Tim Reamer con dirección de arte de Paykos Phior, este póster es uno de los más famosos de la historia del cine de ciencia ficción. Incluso tiene varias versiones internacionales, se editó en múltiples formatos y fue ampliamente distribuido. Pero ahora adquiere una nueva dimensión simbólica: al descubrir que Lucas fue el modelo para esas manos, entendemos que el mensaje iba más allá de lo evidente. El director no solo dirigía Star Wars, la sostenía todo con sus propias manos, casi literalmente, y es que la imagen captura el momento en el que Lucas posaba para las fotos de referencia del cartel para mostrar la forma correcta de sujetar el sable láser para que la imagen final fuera tal como él la tenía en su cabeza. Es otra muestra del nivel de implicación de Lucas con la saga, en la que no solo invirtió tiempo y esfuerzo, también su propio dinero.
Su implicación llegaba hasta detalles tan aparentemente menores como posar para un cartel. Pero este tipo de gestos son los que definen el tono y el espíritu de una saga. En un tiempo en el que el marketing de cine seguía rutas menos predecibles y más artesanales, este detalle funcionaba como una declaración de intenciones: Star Wars es personal. Es puro Lucas.
La historia detrás del cartel y su lugar en la mitología visual de la saga
El cartel promocional fue parte de una campaña que, a principios de los 80, comenzaba a experimentar con nuevas formas de llegar al público. Las productoras ya no enviaban siempre los carteles doblados a los cines; los carteles enrollados comenzaban a imponerse como norma. En este contexto, El Retorno del Jedi apostó por una pieza visual simple pero poderosa: el sable de luz en alto como única figura reconocible y el universo de fondo.
Esta imagen, además, remitía directamente a otro cartel mítico: el de Una Nueva Esperanza (A New Hope) “Style A”, creado por Tom Jung, donde Luke también alza el sable como si invocara a los dioses del espacio. Es una forma de cerrar el círculo. Pero aquí, la presencia de Lucas, literal, otorga una dimensión autoral, casi espiritual, al mensaje. Ya no es solo Luke el héroe. Es George Lucas el demiurgo que da forma a esta mitología cósmica.
George Lucas durante el rodaje de El Retorno del Jedi
Redescubriendo el mito con una mirada nostálgica
Este tipo de descubrimientos no solo generan debate entre los fans, también despiertan un sentimiento muy especial: la posibilidad de reencontrarnos con nuestra saga favorita desde un ángulo diferente. Saber que esas manos son de George Lucas nos devuelve al espíritu de los 80, cuando todo era más analógico, más artesanal, más humano.
Además, esta historia no es nueva del todo. El autor Paul Duncan ya la había mencionado en su libro sobre la producción original de la trilogía, aunque pasó relativamente desapercibida en su momento. Hoy, redescubierta y viralizada gracias a la publicación de Szostak, sirve como punto de encuentro para una comunidad que nunca deja de buscar nuevas formas de conectar con la galaxia muy, muy lejana.
The Star Wars Archives. 1977–1983
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Puede parecer un detalle menor. Pero Star Wars se ha construido sobre la base de estos gestos: la mezcla de lo épico y lo íntimo, de lo cósmico y lo personal. Saber que Lucas puso literalmente sus manos en ese cartel es casi un símbolo perfecto de lo que representa la saga. Un recordatorio de que, más allá de los efectos especiales, los sables láser y los combates espaciales, todo nace de la visión apasionada de una sola persona. Recuerda que puedes volver a ver todas las películas y series de Star Wars en Disney+.
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