Hideo Kojima nunca ha querido ser un creador de videojuegos convencional. El creativo japonés, creador de la saga Metal Gear Solid y Death Stranding, siempre se ha caracterizado por ofrecer juegos únicos, polarizantes, controvertidos, con personalidad e identidad. Ahora que estamos a días de Death Stranding 2, Kojima está realizando los últimos cambios al juego de mundo abierto, pero parece que estas modificaciones han sido hechas con el objetivo de contrariar a la comunidad de videojuegos.
Eso es lo que ha dado a entender el compositor de Death Stranding 2, Yoann Lemoine, quien ha concedido una entrevista con Rolling Stone. El productor musical ha asegurado que Hideo Kojima ha reescrito y modificado partes clave del juego tras recibir comentarios “demasiado positivos” en pruebas internas realizadas hace un tiempo. El motivo principal es porque el director del juego quiere alejarse de todo lo relacionado con lo ‘mainstream’ o convencional.
Death Stranding 2 será controvertido porque Kojima lo quiere así
Así lo cuenta Yoann Lemoine, conocido como Woodkid: “Hubo un momento clave en el que tuvimos una discusión, probablemente a mitad del desarrollo del juego, cuando él vino y me dijo: ‘Tenemos un problema‘. Luego me dijo: ‘Voy a ser muy honesto, hemos estado probando el juego con jugadores y los resultados son demasiado buenos. Les gusta demasiado. Eso significa que algo anda mal; tenemos que cambiar algo’. Y luego modificó cosas en el guion y en cómo ocurren ciertos momentos cruciales del juego porque consideró que su trabajo no era lo suficientemente polarizante ni provocador de emociones”, señala (vía VGC).
Hace un mes el propio Kojima ya avanzó que él no quería crear juegos superventas, pues su motivación es elaborar cosas nuevas que jamás hayan sido creadas. “Y añadió: ‘Si a todos les gusta, significa que es mainstream. Significa que es convencional, que ya está predirigido para que a la gente le gusto. Y yo no quiero eso, porque ahí es cuando realmente terminas amando algo’. Y eso fue una gran lección para mí: no hacer cosas para complacer a la gente, sino para provocar un cambio en ellos”, concluye.
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