Las conversaciones incómodas son algo inevitable en cualquier pareja. Muchas veces, por miedo al conflicto, las evitamos, pero eso solo hace que los problemas crezcan con el tiempo. Estas pláticas son fundamentales para mantener una relación sana, y aunque al principio pueden parecer complicadas o incómodas, son necesarias para la salud emocional y la confianza mutua.
A menudo, en lugar de promover la conexión, estas conversaciones pueden generar tensiones. La falta de comunicación asertiva provoca silencios incómodos, malentendidos o incluso frustraciones, pero el peor error está en tratar de evitarlas, pensando que las cosas desaparecerán por sí solas. Pero lo que pasa en realidad es que al no hablar de lo que realmente importa, solo acumulamos más presión.
Frecuentemente en cualquier relación hay conversaciones incómodas que tarde o temprano tienen que ocurrir. Muchas parejas esquivan ciertos temas por miedo al conflicto, pero guardarse las cosas solo hace que los problemas crezcan. No se trata de “no juzgar”, sino de aprender a hablar con honestidad y sin miedo a que la otra persona explote o se cierre.
Hay ciertos temas que, por alguna razón, siguen siendo tabú en muchas relaciones. Algunos de los más comunes incluyen el dinero, la familia política, la intimidad y hasta las amistades. Estos son asuntos que pueden afectar directamente la relación, pero que muchas veces se evitan hasta que se convierten en un problema imposible de ignorar.
Cómo tener pláticas incómodas sin morir en el intento
Uno de los temas más evitados en pareja es el dinero. Muchas de las decisiones más importantes de la vida involucran asuntos financieros, por ejemplo: ¿cómo se dividirán los gastos? ¿deberían compartir cuentas bancarias o mantener sus finanzas separadas?
Otros temas complicados son la familia de la pareja y la intimidad. Puede que no siempre nos llevemos bien con los suegros o cuñados, y eso puede generar tensiones en la relación. Y respecto a los problemas en la cama, es un área que muchas parejas evitan. Hablar de deseos, incomodidades o expectativas puede dar miedo, pero es fundamental para que la relación funcione.
Si bien estos temas pueden ser difíciles de abordar, hay formas de hacerlo sin que se conviertan en una pelea. Según Myra Strober y Abby Davisson, autoras de Money and Love: An Intelligent Roadmap for Life’s Big Decisions, hablar de estos temas es clave para mantener relaciones sanas. En una entrevista con BBC Radio 4’s Woman’s Hour, compartieron consejos sobre cómo abordar conversaciones incómodas sin que se vuelvan un conflicto.
- Elige el momento adecuado
Evita sacar estos temas cuando hay prisas o cansancio. “No lo hables cuando estás saliendo corriendo por la puerta o cepillándote los dientes antes de dormir. Busca un momento en el que ambos puedan estar presentes y abiertos a la conversación”, explican Strober y Davisson.
- No dejes que los problemas se acumulen
Cuanto más se pospongan temas como el dinero, los conflictos con la suegra o los problemas en la intimidad, más difícil será abordarlos después.
- Aclaren el tema del dinero desde el principio
“Muchas parejas evitan hablar de dinero porque creen que no es romántico, pero todas las grandes decisiones de la vida involucran amor y finanzas”, dice Abby Davisson. Tener claridad sobre quién paga qué y cómo se gestionan los gastos evita problemas futuros.
- Hablen de la familia con empatía
Si los suegros o cuñados generan tensiones, hablen con respeto y sin ataques personales. No se trata de pelear, sino de encontrar soluciones.
- No tengan miedo de hablar de intimidad
Es un tema importante en cualquier relación y no tiene nada de malo expresar lo que gusta o incomoda. La comunicación asertiva en este aspecto fortalece la conexión de pareja.
- No esperes a que la otra persona adivine lo que sientes
Si algo te molesta o preocupa, dilo. Tu pareja no puede leer tu mente, y callar solo hará que la frustración crezca.
- Piensa en la relación como un equipo
En vez de ver estas conversaciones incómodas como una pelea, míralas como una oportunidad para que ambos mejoren y crezcan juntos.
Tener pláticas incómodas es parte fundamental de cualquier relación. Si se abordan con respeto y empatía, no solo evitarás conflictos a largo plazo, sino que fortalecerás la confianza y la conexión con tu pareja.
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