El amor es fundamental en nuestra vida y puede hacernos sentir cosas maravillosas, pero también puede convertirse en una pesadilla. Aunque a día de hoy me siento pleno en este sentido, también he sufrido desamores que me han hecho replantearme demasiados aspectos de mi existencia. No debería ser así, pero el amor también puede doler y desestabilizar, algo que no se explora mucho en videojuegos.
Pero es curioso que un survival horror que tiene a los Resident Evil clásicos como referencia clara y que está lleno de criaturas extrañas sí lo haga. Sorry We’re Closed es, probablemente, uno de los títulos más raros (y únicos) que he jugado nunca, pero me ha parecido también uno de los más interesantes a nivel narrativo, con una reflexión brutal sobre el amor, la independencia y el dolor del pasado.
Este videojuego de “à la mode games” y “Akupara Games” te sitúa en la piel de Michelle, una chica punk que regenta una tienda en Londres. La protagonista está pasando un momento terrible a causa de una ruptura con su novia, una situación que le ha dejado sumida en una ola de tristeza que parece casi insalvable. Por más que las personas que le rodean le insisten en que pase página, ella no para de pensar en su ex.


Pero sus desgracias no se acaban ahí: un buen día, La Duquesa, un demonio obsesionado con el amor, maldice a Michelle con un tercer ojo. Esto la sumerge en una realidad paralela donde ángeles y demonios se ocultan en su mundo cotidiano; incluso sus amigos resultan ser criaturas extrañas en otro universo. Ya sabes que hay videojuegos que exploran esta dualidad, como por ejemplo, la saga Bayonetta.
Me ha parecido un juego muy interesante a nivel narrativo, con una reflexión brutal sobre el amor, la independencia y el dolor del pasado
La cuestión es que La Duquesa quiere obligar a Michelle a que le ame eternamente, algo a lo que nuestra querida amiga se niega. Sólo tiene tres días para evitar que la maldición haga un efecto completo y su destino se comprometa para siempre. La cuestión es: ¿qué quieres hacer exactamente? Sorry We’re Closed tiene varios finales y te da libertad total para elegir el camino que seguirá la protagonista.
Es posible dejarse llevar por La Duquesa, pero también puedes enfrentarte a ella, con la promesa de recuperar a tu antiguo amor. Pero no sólo eso: hay otros conflictos en el título en los que tienes la capacidad de intervenir, como en la relación amorosa de otros personajes. Lo interesante es que todo lo que decidas impacta en el desarrollo de una forma u otra, ya que puedes ganar aliados o enemigos con tus decisiones.


Resident Evil, Silent Hill y Killer7, las referencias del juego
El ritmo de Sorry We’re Closed es bastante ágil y hay un buen equilibrio entre la narrativa (que ocurre en el mundo real y en el demoníaco) y la acción, aunque la historia tiene mucho peso. Cuando te lanzas al universo de los demonios, debes enfrentarte a peligros y situaciones de angustia, con momentos que te recordarán a los clásicos del género del terror, con secretos y acertijos por resolver.
La estructura es un homenaje a Resident Evil y Silent Hill 2, con cámaras fijas y muy cinematográficas, y unos puzles de resolución no lineal, que te obligan a explorar los escenarios y probar diferentes objetos para avanzar. Pero, sinceramente, también me ha recordado a ellos porque es capaz de crear una ambientación opresiva y he tenido una fuerte sensación de estar atrapado en un mundo perturbador que me creaba rechazo en muchas ocasiones.
Esta sensación la he tenido especialmente por los demonios, unas criaturas rocambolescas, con formas exageradas e imposibles, y con un diseño realmente terrorífico. Aunque Sorry We’re Closed tenga un fantástico estilo gráfico punk y psicodélico que parece sacado directamente de PlayStation 1, es efectivo en generar una atmósfera desagradable y que te saca de tus casillas.


De hecho, el tercer ojo de Michelle no es sólo un elemento estético. Con un chasquido de dedos, el ojo te permite ver la realidad paralela para hablar con los demonios o descubrir diferentes secretos. Pero lo curioso es que, usando esa habilidad, puedes ver el corazón de las criaturas a las que te enfrentas para poder acabar con ellas de forma más sencilla. Matar de forma efectiva se convierte en un minijuego de precisión y habilidad.
Y lo hace porque esta mecánica, que parece sacada de Killer7, te hace pasar a primera persona y ver los puntos débiles de los enemigos. Es necesario golpear o disparar a esos lugares para salir victorioso de forma segura, pero no es fácil: añade un punto de tensión que funciona genial. Me ha gustado, aunque hay algunos momentos de frustración asociados a la mecánica, ya que no puedes moverte y tienes que estar bien posicionado antes de apuntar.


Temas trascendentales vestidos de terror y excentricismo
La jugabilidad es buena y me ha entretenido una barbaridad explorar los escenarios y enfrentarme a los horrendos jefes, pero insisto en la idea de que el gran valor de Sorry We’re Closed está en su narrativa. Me ha resultado chocante observar cómo trata temas tan serios en un entorno tan perturbador y tétrico, y cómo es capaz de poner realismo a una pelea entre ángeles y demonios humanizando al máximo sus relaciones.
Me ha resultado chocante observar cómo trata temas tan serios en un entorno tan perturbador y tétrico
La Duquesa, por ejemplo, representa el amor tóxico, ese que te engaña con buenas palabras para hacértelo pasar mal, porque no eres libre, no eres tú. También reflexiona de forma acertada sobre algo que sólo se aprende por las malas: a veces dejar ir y decir que no es lo mejor que puedes hacer a largo plazo, aunque no lo entiendas en ese momento. Es un juego trascendental vestido de terror y excentricismo.
Si te interesan los survival horror de toda la vida, con una estructura que han ido recuperando videojuegos como Signalis o Crow Country, y te resuenan los temas que trata este título, te recomiendo encarecidamente que te lances a jugar a Sorry We’re Closed. Lo tienes disponible en PC, PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y Nintendo Switch, y es imposible que te deje indiferente.
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