Un 72 por ciento de los mexicanos que cuentan con algún conocimiento de la inteligencia artificial estarían de acuerdo con una mayor regulación de esta nueva tecnología, según un estudio reciente.
Según los resultados de un estudio encargado por la asociación Luminate, que busca impulsar la igualdad social, los mexicanos son los latinoamericanos que se manifiestan más a favor de una legislación clara, superando a colombianos, brasileños y argentinos, con un 67, 64 y 56 por ciento, respectivamente.
El estudio muestra la preocupación que los ciudadanos de estos cuatro países tienen con relación a la forma en la que la democracia puede ser afectada por la tecnología, la cual se podría emplear lo mismo para generar textos como imágenes falsas o alteradas.
“En la región más desigual del mundo, el 37 por ciento de las personas encuestadas coinciden en que la inteligencia artificial podría agravar las disparidades en sus países. La proporción se eleva al 44 por ciento entre quienes declaran conocer bien la herramienta”, apunta la asociación.
Aprender de los errores
Para los creadores de este estudio, el avance de la inteligencia artificial es una buena oportunidad para resarcir los errores que pudieron existir durante el boom de las redes sociales.
“Con la inteligencia artificial tenemos la oportunidad de aprender de los errores que hemos cometido con las plataformas de redes sociales, donde las consecuencias de la falta de rendición de cuentas se sienten en toda nuestra región, desde la difusión incontrolada de desinformación y discursos de odio hasta el aumento de la polarización y la vigilancia”, señala Felipe Estefan, vicepresidente de Luminate para América Latina.
Ley de carne y hueso
Otro dato interesante en el amplio estudio revela que, a pesar de ser uno de los sectores tradicionalmente más cuestionados en prácticamente todos los países de América Latina, sus ciudadanos prefieren personas reales en la procuración de justicia.
“La encuesta también captó un rechazo en América Latina a las aplicaciones en el servicio público. En general, la ciudadanía prefiere el juicio y la sensibilidad humana a la hora de tomar decisiones con impacto directo en la vida de las personas. El 54 por ciento de la muestra global se opone al uso de inteligencia artificial para la toma de decisiones”, añade.
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