Advertisement

La Jornada: Oaxaca: riqueza, pobreza y erosión


T

erritorio privilegiado por su invaluable riqueza en fauna y flora; por ser la entidad que reúne la mayor biodiversidad del país y contar virtualmente con todos los microclimas; por albergar a numerosas comunidades ancestrales, ejemplo de cultura y manejo racional de los recursos naturales. Por tener zonas arqueológicas maravillosas y muchos otros motivos. Sin embargo, Oaxaca tiene en la pobreza a la mitad de su población. Y alrededor de 20 por ciento, en pobreza extrema.

Riqueza natural y arqueológica al lado de lacerante desigualdad. Un problema muy grave que pesa en la vida de la población es la deforestación, la erosión y la falta de agua. Y ello ocurre pese a que su invaluable biodiversidad está ligada a una cultura muy preciada. Además, la vida de las poblaciones humanas ha dependido de la riqueza y disponibilidad de los recursos naturales. Donde los hay en abundancia y biodiversidad vive un mayor número de poblaciones. En Oaxaca, como anota el ingeniero agrónomo Félix Piñeiro Márquez, existen 18 grupos étnicos que, al interactuar entre sí, han dado lugar a culturas, tradiciones culinarias, vestimenta, manifestaciones lingüísticas y artísticas, fruto de dicha interacción.

Pero, como afirma Piñeiro Márquez, el uso irracional de los recursos, la alteración de los ecosistemas y el cambio climático, ocasionan numerosas modificaciones. Entre las más destacadas, según el especialista mencionado, figuran la fragmentación de ecosistemas, la degradación forestal; la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Agrega la desertificación y el cambio de uso de suelo; la tala clandestina; los incendios y plagas forestales. Todos ellos de alguna forma inducidos por factores de presión económicos, sociales y políticos.

En la reciente entrega de La Jornada Ecológica, que puede consultarse en https://ecologica.jornada.com.mx/, Piñeiro Márquez y quienes con él laboran en la Asociación Lu Layú (Sobre la Tierra, en zapoteco del Itsmo): Saraí Abril Ascencio Zárate (licenciada en ingeniería bioquímica industrial), Gisela Esmeralda Ascencio Zárate (ingeniera en agroecología) y Luis Felipe Romahn Hernández (con maestría en ciencias forestales), destacan cómo, aunque Oaxaca posee muchas ventajas en recursos naturales, registra la mayor superficie perturbada del país; y aproximadamente 50 por ciento del territorio del estado atraviesa por algún grado de perturbación, lo que provoca la pérdida de grandes extensiones de bosques y selvas.

En Oaxaca, destacan los citados especialistas, existen 1.9 millones de hectáreas perturbadas y cada año se destruyen de 20 a 25 mil de bosques y selvas. Para expresarlo de otra manera alarmante: se pierden de 20 a 25 millones de árboles. La región de la Mixteca es la más degradada y erosionada de México: 600 mil hectáreas aproximadamente con erosión muy severa.

Ante un panorama nada alentador, es importante destacar los esfuerzos que en ciertas épocas ha hecho el sector oficial federal y el estatal, la fundación que creó en vida el pintor y mecenas Rodolfo Morales y la de Alfredo Harp Helú. Igualmente, otras interesadas en la conservación de la flora y la fauna que alberga Oaxaca. Para todos ellos, ha sido fundamental la gobernanza y la organización comunal. Y destacan la participación de las mujeres.

En llevarlos a cabo se ha contado en diversas etapas con el apoyo de organismos internacionales, como el gobierno de Suecia, Oxfam y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Es el caso del proyecto de Transferencia de Tecnología Forestal con la que se produjo planta para apoyar los programas de reforestación estatales y federales.Entre ellos, restauración de suelos, reforestación de cuencas y microcuencas; producción de especies nativas para actividades productivas y artesanales; la reforestación urbana; plantaciones de hule; el proyecto de mujeres artesanas y campesinas; rescate de especies silvestres de agave; restauración forestal y captación de agua pluvial, y fortalecimiento a la cadena de valor del café.

Algo que sobresale al leer el suplemento: son las comunidades originarias y los grupos sociales, elementos insustituibles para revertir el daño que padece la biodiversidad en Oaxaca. Es lo más urgente y lo que, sin embargo, menos se tiene en cuenta.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *