El gigante alimentario Mondelez decidió presentar una demanda federal en Illinois contra la cadena de supermercados Aldi, a la cual acusó de copiar deliberadamente el diseño de sus productos más emblemáticos para inducir al consumidor a comprar los productos de su marca blanca por medio de un error.
Una batalla legal por el diseño de las marcas
La disputa, revelada por CBS News, está basada por una infracción de imagen comercial, también conocida como ‘trade dress’. Según los documentos presentados, la multinacional acusa a la empresa de replicar elementos visuales como colores, tipografías y formas de empaques.
Esta denuncia se centra en imitaciones visuales de productos insignia como las Oreo, Chips Ahoy, Nilla Wafers y las galletas saladas Premium. Para Mondelez, Aldi no solo se inspira, sino que copia intencionalmente y hace que los consumidores crean que compran productos originales cuando, en realidad, se trata de versiones genéricas de menor costo.
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El dilema legal del “parecido razonable”
El fondo del pleito gira en torno al concepto de ‘trade dress’, una figura legal que protege el diseño visual distintivo de los productos. La empresa de alimentos argumenta que la cadena cruzó la línea entre la competencia lícita y la imitación engañosa por utilizar diseños casi idénticos para ganar ventaja en el mercado minorista.
Aunque aún no se hacen declaraciones oficiales por parte de las empresas, la demanda busca no solo una compensación económica, sino también una orden judicial que impida a Aldi continuar con la venta de estos productos bajo su diseño actual.
Esta no es la primera vez que Aldi enfrenta acusaciones similares. A inicios de año, un tribunal en Reino Unido falló a favor de ‘Thatchers’, una reconocida marca de sidra, al determinar que la cadena había imitado el empaque de su sidra de limón. En esa ocasión, también se concluyó que existían suficientes similitudes visuales como para inducir a error al consumidor.
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¿Un punto de inflexión para las marcas blancas?
La estrategia de Aldi, ofrecer productos de marca blanca a precios más bajos que imitan el aspecto de marcas reconocidas, es objeto de críticas en varias jurisdicciones. Sin embargo, el caso contra Mondelez podría marcar un antes y un después, debido al peso global de la empresa demandante en la industria alimentaria.
Si el tribunal da la razón a Mondelez, el fallo podría obligar a numerosas cadenas de supermercados a repensar el diseño de sus marcas propias, y así sentar un precedente relevante en la industria de alimentos y bienes de consumo.
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