Cuando en 1993 un verano demasiado frío provocó una escasez de arroz en Japón, la nación acudió a Tailandia para poder abastecerse. Cuando llegó a las tiendas para salvar la situación, los japoneses demostraron un chovinismo excepcional negándose a aceptar la calidad y sabor del grano extranjero, que quedó prácticamente sin vender. Sin embargo, la crisis nipona actual ha hecho que tengan que tragarse su orgullo.
Pese a que la situación frente a los aranceles no es la más recomendable para realizar importaciones, Japón recibirá de Corea del Sur durante las próximas semanas la mayor cantidad de arroz extranjero en más de 25 años. El bien más preciado del país va camino de convertirse en un artículo de lujo por el aumento de los precios, pero va a ser un problema difícil de resolver.
Qué está pasando con Japón y el arroz
La clave para entender la crisis del arroz de Japón no sólo está en asomarse a la escasez que sufre el país, sino a cómo esa falta está afectando a los precios de forma inédita. Si acudes a un supermercado japonés, lo normal es que te cruces con una media de unos 4.214 yenes por 5 kg, lo que al cambio serían alrededor de 25 euros.
Dos datos para que termines de esbozar la idea en tu cabeza: es el doble de lo que pagaban por el arroz hace un año, y supone más del triple de lo que pagamos nosotros por el arroz a alrededor de 1,40 euros el kg. Siendo este el bien más preciado de su gastronomía, es fácil entender no sólo por qué se habla de crisis, también por qué están recurriendo incluso a comprar arroz californiano para abastecerse. De hecho, pese a que este también ha subido de precio por culpa de los aranceles, sigue siendo más barato que el nacional.
¿Pero cómo un país que se desvive por el arroz ha llegado a esta situación? La realidad es que Japón se ha enfrentado a una tormenta perfecta que ha generado una escasez sin precedentes. En primer lugar están las olas de calor que se cebaron con la producción durante el verano de 2023, pero en realidad ese es un problema para el que el país nipón ya estaba preparado.
Conscientes de la importancia del arroz en el país, el gobierno nipón cuenta con reservas estratégicas para poder cubrir la demanda ante situaciones similares. El problema viene cuando a la situación inicial se suman dos inconvenientes más. El nerviosismo frente a las alertas de tifones y terremotos, sumado al récord de turistas que está viviendo el país, ha hecho que Japón tenga que liberar 210.000 toneladas de arroz de sus reservas para intentar frenar el problema.
Entre importar de Corea del Sur y utilizarlo como publicidad
Pese a la despampanante cifra, sigue sin ser suficiente para frenar la subida de los precios, lo que ha llevado al país a recurrir a Corea del Sur para importar hasta 22 toneladas adicionales que poco a poco irán llegando a Japón. Sin embargo, para un alimento cuya producción mínima se establece en unos cinco meses, parece inevitable plantearse la pregunta: ¿Y por qué no plantan más?
No es sólo que ya lo estén haciendo, es que incluso lleva años convertido en una herramienta publicitaria que va más allá de la eficiencia de sus plantaciones. La esperada película de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo Infinito servirá para pintar un Tanjiro gigante en una plantación de 28.000 metros cuadrados a la que acudirán voluntarios de todo el país a mediados de junio. No cobrarán ni un yen por un trabajo que se alargará hasta que esté terminado el mural, pero al menos en diciembre recibirán un saco del arroz ya cultivado.
El problema no es el no poder plantar, o incluso los inconvenientes que el clima pueda provocar sobre la producción, sino cómo la escasez de mano de obra del país motivada por el envejecimiento de la población y la caída de su natalidad, hacen que a toda esa tormenta perfecta se sume otro drama adicional: los problemas logísticos.
La situación es tan grave a la hora de afrontar tareas tan aparentemente simples como envasar el producto, u ofrecer camiones que transporten la mercancía, que de las 210.000 toneladas de arroz liberadas por el gobierno el pasado mes de marzo, sólo 436 toneladas han llegado de forma efectiva al mercado. Apenas un 0,3% del total da buena cuenta de hasta qué punto el problema de Japón va mucho más allá del arroz, su precio o ese cada vez más cuestionable chovinismo.
Imagen | Xllw en Midjourney
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