
▲ Bad Bunny en una imagen promocional de su álbum DeBÍ TiRAR MáS FOToS
Jesús Abraham Hernández
Periódico La Jornada
Lunes 17 de marzo de 2025, p. 7
Con imágenes que acompañan a los videos de las canciones sobre la historia de Puerto Rico e incluso un cortometraje, DeBÍ TiRAR MáS FOToS, del cantante puertorriqueño Bad Bunny, más que un disco, es un proyecto cultural donde hay una voz de alerta sobre lo que está pasando en el archipiélago en torno al desplazamiento, la pérdida de identidad cultural y el colonialismo
. Así lo expuso el historiador Jorell Meléndez-Badillo, quien colaboró con el artista con una vocación de fondo: democratizar el saber que se produce en las universidades
.
Desde su estreno el pasado 5 de enero, el disco de Bad Bunny, que incluye géneros musicales como reguetón, salsa y plena, es número uno de la lista global de la plataforma Spotify con más de 14.1 millones de reproducciones.
En entrevista con La Jornada, el también profesor de historia latinoamericana y del Caribe en la Universidad de Wisconsin-Madison expresó que fue sumamente acogedor ver cómo se compartía la historia de Puerto Rico en una plataforma tan enorme como la del artista debido al impacto que tiene en la producción cultural y en el público general
.
En las imágenes que acompañan a las 17 canciones del álbum se puede leer, como si se tratara de un museo, parte de las narrativas históricas de Puerto Rico, basadas en el libro Puerto Rico: A National History (2024), escrito por Meléndez-Badillo.
La obra, producto de muchos años de investigación, lecturas y cátedras dictadas en salones de clases, es una síntesis de la historia de Puerto Rico basada en la obra de historiadores que dedicaron sus vidas a documentar nuestro pasado
, señaló el autor.
Desde 1500 hasta hoy, tanto el libro como las imágenes mencionadas resaltan cómo las luchas por la autodeterminación y los procesos de resistencia han definido a los puertorriqueños mediante una documentación de capítulos claves en la historia de la isla, desde la colonización española y la lucha feminista hasta la extinción de los animales endémicos, la gentrificación y las tensiones con Estados Unidos.
No es novedad que Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, trate conflictos políticos coyunturales en sus canciones. En 2019 jugó un papel crucial durante las protestas masivas en Puerto Rico que llevaron a la renuncia del entonces gobernador Ricardo Rosselló, acusado de corrupción, misoginia y homofobia.
Al respecto, Meléndez-Badillo enfatizó que “los artistas no pueden desligarse de las condiciones materiales donde producen su obra, y éste es definitivamente su caso. Es imposible vivir en Puerto Rico y no verse afectado por los apagones, el colapso infraestructural como los ‘boketes’ y la realidad material de los desplazamientos”.
Muestra de ello es el cortometraje que sirvió como antesala del álbum, dirigido por el propio artista y por el productor Ari Cruz, que retrata al actor Jacobo Morales interpretando a Bad Bunny envejecido, acompañado por un sapo concho animado, especie endémica de la isla, donde trata de recordar su juventud en un futuro distópico en el que las nuevas generaciones han perdido su identidad cultural puertorriqueña.
Meléndez-Badillo refirió que la identidad puertorriqueña no es algo estático, sino fluido y en constante cambio que ha sido definida por los propios habitantes “a pesar de las imposiciones coloniales tanto de España como de Estados Unidos.
Bad Bunny alerta cómo el desplazamiento de personas también está atado a la pérdida o la captura de la historia y cultura de la isla. Los puertorriqueños no sólo enfrentan retos en el archipiélago, sino que también han sido históricamente marginalizados en la diáspora
, señaló el historiador.
Por ello, enfatizó que la puertorriqueñidad
no sólo se ha definido en el archipiélago, sino también en la diáspora, por lo que nuestra historia y prácticas culturales se vuelven cruciales para imaginarnos futuros descoloniales
.
El historiador mencionó como botón de muestra el hecho de que El Gíbaro, una de las primeras obras canónicas de la literatura de Puerto Rico, se escribió en España, mientras la bandera puertorriqueña se creó en Nueva York.
Quieren que abuelita se vaya
Una canción clave del disco es LO QUE LE PASÓ A HAWAii y sus versos: quieren quitarme el río y también la playa // quieren el barrio mío y que abuelita se vaya // no, no suelte la bandera ni olvide el lelolai
, la cual aborda el proceso de gentrificación que vive Puerto Rico al tiempo que señala la influencia estadunidense en la isla y la sensación de abandono y arraigo que siente la diáspora.
En ese sentido, Meléndez-Badillo concluyó que la pieza es un posicionamiento que adquiere una dimensión política en el contexto en el que se produce el disco
, a la vez que es crucial para poder imaginar los espacios diaspóricos como extensiones
de la isla, ya que no existe un Puerto Rico, sino muchos
.
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