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Brasil inaugura la primera central eléctrica de etanol del mundo para convertir la caña de azúcar en electricidad


Imagen: viktorbond – Depositphotos.

Brasil ha lanzado una iniciativa pionera para utilizar etanol, producido principalmente a partir de caña de azúcar, en la generación de electricidad a gran escala.

  • Prueba mundial inédita: motor grande alimentado por etanol de caña de azúcar.
  • Ubicación: central Suape II, Recife, Brasil.
  • Socios: Wärtsilä + Energetica Suape II (Grupo 4M).
  • Etanol como energía limpia: disponible localmente, renovable, baja emisión.
  • Pruebas desde abril 2026: 4.000 horas durante 2 años.
  • Meta: demostrar viabilidad comercial y ecológica del etanol como fuente energética.
  • Incluido en subasta energética de 2025 en Brasil.
  • Parte del programa WISE, apoyado por el gobierno finlandés.
  • Potencial global: escalable, transportable, ayuda a descarbonizar.

Prueba inédita a nivel mundial para convertir caña de azúcar en energía limpia

Wärtsilä, en colaboración con la empresa brasileña Energetica Suape II S.A. (propiedad mayoritaria del Grupo Econômico 4M), ha iniciado la primera prueba mundial de un motor de gran escala alimentado exclusivamente con etanol, un biocombustible producido principalmente a partir de caña de azúcar. El ensayo se llevará a cabo en la central termoeléctrica Suape II, ubicada en Recife, Brasil, y forma parte del compromiso por avanzar hacia un sistema energético más limpio y descentralizado.

Brasil: líder en producción de etanol

Brasil es el mayor productor y consumidor de etanol derivado de la caña de azúcar en el mundo. Sin embargo, su uso para generación eléctrica ha sido poco explorado hasta ahora. Esta prueba busca demostrar que el etanol puede ser un combustible viable y limpio para la producción de electricidad a gran escala. El objetivo es convencer tanto a clientes como a autoridades y legisladores de su potencial.

Impulso desde el sector privado

La iniciativa fue promovida por Carlos Alberto Mansur Filho, accionista del Grupo 4M, quien seleccionó a Wärtsilä por su experiencia en innovación y sostenibilidad. La colaboración también cuenta con el respaldo de Business Finland, entidad oficial del gobierno finlandés que cofinancia el proyecto dentro del programa WISE (Wide and Intelligent Sustainable Energy).

Bioenergía: clave para la transición energética

Según el escenario de emisiones netas cero para 2050 de la Agencia Internacional de Energía (IEA), el uso global de biocombustibles como el etanol deberá casi duplicarse para 2030. Se estima que la generación eléctrica a partir de bioenergía pase de aproximadamente 700 TWh en 2023 a 1.250 TWh en 2030. El etanol ofrece una fuente de energía despachable y con bajas emisiones, ideal para complementar otras fuentes renovables más variables como la solar y la eólica.

Ensayo técnico a gran escala

Wärtsilä operará el motor Wärtsilä 32M alimentado con etanol durante 4.000 horas de pruebas entre abril de 2026 y finales de 2028. Esta evaluación busca asegurar un funcionamiento eficiente, estable y económicamente viable. El acuerdo de operación y mantenimiento (O&M) garantiza la continuidad del servicio durante el actual contrato de compra de energía, que se extiende hasta finales de 2026.

Apoyo institucional y marco regulatorio

El gobierno brasileño ha dado un primer paso importante al autorizar el uso de etanol como combustible en la subasta de capacidad energética prevista para junio de 2025. Esta medida abre la puerta para que proyectos basados en etanol puedan competir en igualdad de condiciones con otras tecnologías. Incluir soluciones flexibles y sostenibles como esta puede mejorar la seguridad energética del país y reducir la dependencia de combustibles fósiles importados.

Potencial de esta tecnología para hacer nuestro mundo más sostenible

El uso de etanol como fuente de energía limpia representa una oportunidad clave para avanzar hacia un modelo energético sostenible. Algunos de los beneficios más relevantes son:

  • Reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero, al tratarse de un biocombustible de ciclo cerrado.
  • Aprovechamiento de recursos locales, especialmente en países con fuerte producción agrícola como Brasil.
  • Mayor independencia energética, al disminuir la necesidad de importar combustibles fósiles.
  • Tecnología adaptable y escalable, que puede integrarse fácilmente en sistemas de generación ya existentes.
  • Estímulo económico rural, al generar valor agregado a la caña de azúcar más allá del transporte o la alimentación.

En conjunto, este proyecto representa un avance concreto hacia un futuro energético más limpio, resiliente y justo. Si las pruebas son exitosas, podrían sentar un precedente internacional para el uso masivo de biocombustibles líquidos en generación eléctrica, marcando una diferencia real en la lucha contra el cambio climático.

Vía cision.com



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