Esta historia comienza con una simple pregunta: ¿realmente necesitas gastar más de 30 mil dólares, algo así como 601,127 pesos, para tener un auto eléctrico con buena autonomía, diseño moderno y tecnología avanzada? BYD, el gigante chino que ya es líder mundial en ventas de eléctricos, acaba de dar su propia respuesta. El nuevo Qin L EV, presentado oficialmente el 23 de marzo, busca convertirse en el sedán más competitivo de su categoría. Mide lo mismo que un Tesla Model 3 y ofrece una autonomía de hasta 545 kilómetros con una sola carga de batería.
BYD no lo lanza como un simple sedán eléctrico más. Lo presenta como “la opción más atractiva para los jóvenes en la era de la conducción inteligente”. El Qin L EV llega con tres versiones que oscilan los 139,800 yuanes, unos 19,300 dólares, eso es menos de 386,682 pesos. En comparación, el Tesla Model 3 arranca en 235,500 yuanes en China, 32,100 dólares, o 643,135 pesos. La diferencia de precio es brutal. Pero parece que la propuesta de valor no se queda corta.
Este modelo integra la nueva plataforma electrónica 3.0 Evo, lo que permite reducir el consumo y añadir elementos que hace apenas unos años eran exclusivos de vehículos premium.La autonomía depende del paquete de batería que elijas: hay una opción de 46 kWh que rinde 470 kilómetros y otra de 56 kWh con hasta 545 kilómetros en ciclo CLTC. Ambas pueden cargar del 30 al 80% en solo 24 minutos. A eso se suman dos motores eléctricos de 110 kW o 160 kW, equivalentes a 148 y 215 caballos de fuerza.
El interior también sorprende. El habitáculo incluye una pantalla central flotante de 15.6 pulgadas, un panel frontal para el conductor de 8.8 pulgadas y un Head-Up Display de 12 pulgadas. ¿Te parece suficiente? Pues hay más: integra refrigerador con función de calor y frío, asistente de inteligencia artificial y conectividad con el sistema DiLink 100. El objetivo de BYD es que el coche se sienta como una extensión de tu smartphone. Solo que con ruedas.
BYD Qin L EV.
En el apartado de seguridad y asistencia, el Qin L EV equipa el sistema “God’s Eye C”. Combina radares, cámaras y sensores ultrasónicos para funciones como frenado automático, monitoreo de punto ciego, navegación en piloto automático y estacionamiento remoto. Algunas capacidades llegarán después de las actualizaciones OTA. El auto aprende. Literalmente.
Con este lanzamiento, BYD no solo busca vender más. Quiere cambiar la forma en la que vemos el precio de un auto eléctrico. Parece que ya no será necesario gastar una fortuna para tener una autonomía decente, buen diseño y tecnología real. Si Tesla había marcado la referencia, BYD acaba de mover la barra. Y lo hizo en silencio. Como todo buen coche eléctrico.
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