En la madrugada del 26 de mayo de 2025, Tamara Fierro, una joven de 29 años, fue hallada sin vida en un basurero de Fraile Pintado, localidad de la provincia de Jujuy, Argentina. Su cuerpo presentaba signos de violencia extrema y los primeros informes confirmaron que se trató de un feminicidio.
La noticia conmocionó a la comunidad, quienes junto a distintas organizaciones feministas realizaron manifestaciones para exigir justicia, pues este no es el primer feminicidio que ocurre en la región; así mismo, el pueblo entero se reunió para despedir a Tamara, quien dejó atrás a un hija de tan sólo dos años.
El feminicidio de Tamara Fierro se suma a una alarmante lista de crímenes por razones de género en Jujuy durante el mes de mayo. Antes que ella, fueron víctimas Angelina Gonzales, una adolescente de 15 años en Pampa Blanca; y Paola Vargas, de 37 años, asesinada en el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy.
Según datos del Observatorio Lucía Pérez, la provincia registró un aumento significativo en los casos de violencia de género, con una tasa de feminicidios que supera la media nacional. Esta situación generó una profunda crisis institucional, evidenciada en la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades ante las denuncias de las víctimas y sus familias.
Cazzu se posiciona ante el feminicidio de Tamara Fierro
Aunque toda la comunidad se encuentra conmocionada por el hecho, la cantante Cazzu también mostró su repudio a través de redes sociales y es que este crímen la atraviesa de manera personal, pues el pueblo Fraile Pintado fue el lugar donde ella nació, creció y formó lazos con la comunidad.

Fotografía: Instagram/@cazzu
A través de su cuenta de Instagram, Julieta Emilia Cazzuchelli expresó su dolor y exigió que las autoridades actúen rápidamente para esclarecer el caso y llevar a los responsables ante la justicia. De la misma forma, denunció la represión policial que vivieron las y los manifestantes durante una protesta, afirmando que los oficiales usaron balas de goma para agredir a las personas.
La policía reprendió a quienes se manifestaron en la casa de los responsables, disparándoles con balas de goma y atacándolos con rebenques. ¿Quién dio la orden? ¿Por qué lo hizo? La responsabilidad no es solo de sus asesinos, sino de un sistema que niega la necesidad de proteger a las mujeres, que encubre violaciones y tráfico de mujeres e niños, y protege la comercialización de drogas, denunció Cazzu en su cuenta de Instagram.
Por su parte, distintas colectivas feministas locales han evidenciado la inacción del Estado y la complicidad de las fuerzas de seguridad en la perpetuación de la violencia machista. Señalan que, en muchos casos, las denuncias no son tomadas en cuenta o son desestimadas, lo que permite que los agresores continúen libres y que las víctimas no reciban la protección que necesitan.
Ante esta realidad, el movimiento feminista en Jujuy intensificó sus reclamos, exigiendo la declaración de la emergencia en violencia de género y la implementación de políticas públicas efectivas que garanticen la seguridad de las mujeres. Las movilizaciones han sido masivas, convirtiéndose en un claro mensaje al Estado de que la sociedad ya no tolera más impunidad y que se requiere una respuesta inmediata.
¿Qué pasó en Jujuy, Argentina?
El 25 de mayo, la comunidad de Fraile Pintado, en la provincia de Jujuy, se estremeció con la denuncia por la desaparición de Tamara Fierro, una joven de 29 años, madre y vecina del lugar. Un día antes, había salido de su casa y, según los primeros testimonios, fue vista ingresando al domicilio de un joven conocido como Diego Castro.
Con el paso de las horas, la esperanza de encontrarla con vida se fue diluyendo, pues las primeras detenciones no arrojaron resultados contundentes. Sin embargo, días después, la investigación dio un giro ya que el Ministerio Público Fiscal imputó a Jairo Guerrero, de 25 años, quien se hacía llamar Diego Castro, como autor del femicidio; también fue acusado Esteban Pérez, de 22 años, señalado por encubrimiento agravado.
El lunes 26 de mayo, las autoridades hallaron restos humanos en un basural del pueblo y el jueves 29 de mayo se dio a conocer el resultado de la prueba de ADN: los huesos corresponden a Tamara. De acuerdo con declaraciones del fiscal Ernesto Lian Resúa, la joven habría sido “descuartizada” y sufrió una “muerte violenta”; gracias a los resultados obtenidos, los presuntos responsables continúan detenidos bajo prisión preventiva.
De acuerdo con información difundida por el medio “Todo Jujuy”, uno de los sospechosos arrestados por su presunta complicidad en el feminicidio habría intentado suicidarse, por lo que debió ser trasladado de urgencia al Hospital Paterson, ubicado en la ciudad de San Pedro. Así mismo, las autoridades abrieron una nueva línea de investigación debido a las sospechas de que los responsables se encuentran vinculados a organizaciones criminales.
La justicia, una vez más, parece llegar tarde, si es que llega. Pero el pueblo de Fraile Pintado no está dispuesto a olvidar. Las movilizaciones continúan y el reclamo se ha hecho nacional, amplificado por figuras como la cantante Cazzu. Tamara Fierro no murió en silencio, su nombre se grita en las calles, se escribe en los muros, se sostiene en cada cartel que exige justicia. Su muerte encendió una llama que, lejos de apagarse, crece con la fuerza colectiva de un pueblo que se niega a aceptar la impunidad como destino.
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