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Científicos de Finlandia descubren la salvación de los paneles solares: Pero hay que cultivarla


Científicos de Finlandia han descubierto algo que podría significar la salvación de los paneles solares. Lo llamativo es que se trata de una solución que debe cultivarse. Aplicar acciones que cada día contribuyan al cuidado del planeta y contrarrestar el deterioro es una de las metas globales de la humanidad.

Es por eso por lo que la energía solar ha tomado un gran protagonismo en los últimos años, siendo los paneles solares los dispositivos más elegidos para explotarla. El Sol ha cumplido durante miles de años un papel fundamental en la vida del ser humano, desde el punto de vista biológico hasta el social.

No obstante, ante la crisis climática, el “astro rey” está tomando una relevancia mucho mayor, dado que apostar por la energía solar es una de las estrategias más instauradas para combatir el calentamiento global.

Debido al avance de la tecnología, hace un tiempo que los paneles solares están siendo sometidos a una contundente transformación. De hecho, algunas máquinas energéticas ya han amenazado con profetizar el final de los paneles solares. Es el caso de estas antenas que generan más energía las 24 horas de los 365 días del año. Bajo este marco, ha aparecido una tecnología que los salvaguarda, al menos por un tiempo más.

La salvación de los paneles solares está llegando: adiós a la tentación de dejarlos de lado

El tinte de piel de cebolla puede hallar un uso especial en las células solares más ecológicas con protección UV. Los paneles solares suelen exponerse a una importante cantidad de luz ultravioleta nociva, debido a que normalmente se ubican de manera que les llegue el máximo posible de luz solar.

Un nuevo recubrimiento ecológico podría ayudar a protegerlos de esos rayos UV, y su ingrediente activo se extraer de la piel de la cebolla. En la actualidad, se aplican películas transparentes dispuestas por recursos a base de petróleo a la superficie de los paneles solares para protegerlos de los UV.

Tanto la obtención como el procesamiento del petróleo no son tratamientos compasivos con el medioambiente. Tampoco lo es la supresión de las celdas recubiertas con película tras llegar a su fin.

Por este motivo, los expertos han buscado opciones de base biológica a las películas a base de petróleo. Un grupo de científicos de la Universidad de Turku y la Universidad Aalto en Finlandia, y la Universidad de Wageningen en los Países Bajos publicaron la existencia de una vía alternativa en la revista ACS Applied Optical Materials.

Los paneles solares nunca fueron tan sostenibles: ahora dependen de la cebolla roja

Un postulante esperanzador como alternativa a la base de petróleo es la nanocelulosa, compuesta de diminutas fibras de celulosa adquiridas de discretas fibras de celulosa recibidas de fuentes vegetales como residuos agrícolas o forestales. Pero no puede desempeñar su función sola.

Con este contexto en mente, los científicos de Holanda y Finlandia hicieron experimentos varios probando tres aditivos diferentes: iones de hierro reticulados, nanopartículas con un biopolímero de origen vegetal llamado lignina y un extracto de colorante de antocianina obtenido a partir de la piel de cebolla roja.

Cebolla roja, el alimento que podría salvar la existencia de los paneles solares

Investigaciones del pasado ya habían demostrado que todas estas sustancias albergan propiedades de bloqueo de los rayos UV.

Aplicaron láminas separadas de película de nanocelulosa que se trataron con cada uno de los aditivos a células solares sensibilizadas con colorante, que después se dispusieron bajo una lámpara UV durante 1000 horas.

Según los informes, esto equivalía a alrededor de un año de exposición a la luz solar al aire clima en un clima característico de Europa central.

Entre los descubrimientos más asombrosos destacó que la película de tinte de cebolla funcionó mejor y bloqueó el 99,9% de la luz ultravioleta con una longitud de onda de hasta 400 nanómetros.

Se estima que el potencial de la película de nanocelulosa con tinte de cebolla pueda aprovecharse algún día en células solares convencionales y otros escenarios, como paneles solares diseñados para ser 100% biodegradables, como piezas que abastecen sensores ambientales situados a distancia.

En definitiva, científicos de Finlandia y Países Bajos descubren la salvación de los paneles solares: la cebolla roja. Mientras su tecnología termina de llegar al escenario real, el mundo sigue maravillándose con estos paneles solares adhesivos.



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