Luego de los problemas de Tesla, es posible que Musk vea una luz al final del túnel, pero le va a costar muchas noches sin poder dormir. La empresa se prepara para dar el siguiente paso en pruebas finales hacia una nueva movilidad que promete ser una revolución.
Tesla prepara una prueba final para cambiar la conducción tal como la conocemos
Estamos a punto de ver los detalles finales para Tesla en su proyecto tan esperado. Es posible, si todo sale como planean, que la empresa salga de sus conflictos y se posicione nuevamente como referente de la innovación y tecnología.
Y es que, los planes le han salido mal a Musk desde hace un tiempo. Sin embargo, dentro de pocos días tienen las pruebas para dar un cambio a la movilidad que hoy en día conocemos. Manejar no será de la misma forma a partir de ahora.
Este paso marca el inicio desde el 12 de junio de 2025 a probar el servicio de robotaxis en Austin, Texas. Una apuesta por la autonomía total y la inteligencia artificial como el futuro de la marca. ¿Será suficiente para sacar a Tesla de sus caídas?
El proyecto contempla inicialmente el despliegue de diez coches autónomos que circularán en áreas específicas de Austin, delimitadas por geocercas, por lo que no abarcará toda la ciudad. Esto permitirá a Tesla operar en entornos controlados, y vigilar los riesgos en esta fase experimental.
Autonomía y robótica ¿Juntos por el futuro o hay mayores desafíos?
A pesar de que Tesla tiene problemas con la competencia de conducción autónoma como BYD, Musk ha expresado que no quieren enfocarse en coches económicos, sino en los robotaxis y sus robots Optimus. Por tanto, están centrándose más en la robótica y la autonomía.
Esto es algo que vienen haciendo varias marcas en China, donde la conducción autónoma está avanzada y los sistemas de ayuda de piloto se usan con frecuencia. De hecho, Uber tiene una idea que puede dejar a miles de conductores sin trabajo, y se enfoca en estos sistemas.
Pero el avance implica cambios, y Tesla no solo quiere ser vista como un fabricante de coches eléctricos, sino como un líder global en tecnología avanzada, capaz de transformar la movilidad urbana y la automatización de tareas cotidianas.
El obstáculo mayor es que la conducción autónoma todavía tiene un largo camino por recorrer. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, investiga a Tesla por su sistema de conducción, especialmente en condiciones de baja visibilidad, como niebla o lluvia intensa.
Además, los reguladores han exigido a la compañía respuestas sobre cómo se comportan los robotaxis en condiciones climáticas desfavorables. Tesla tendrá que demostrar que sus coches no solo son innovadores, sino también seguros y confiables bajo todo tipo de escenarios.
Tesla quiere expandirse para que otras marcas usen su sistema de conducción
La empresa no busca solo que sus robotaxis funcionen en Austin, estas pruebas se hacen con el objetivo de expandir el sistema a todo el mundo, y mejorar su software de conducción autónoma total (FSD). La idea es que, otras marcas puedan utilizarlo, tal como si fuese una app de mapas compatible con todos.
Al abrir su plataforma a terceros, Tesla consolida su posición como proveedor tecnológico, más allá de ser un simple fabricante de autos. Este modelo de negocio podría transformar la industria automotriz, generando nuevas oportunidades de ingresos y aumentando la adopción global de soluciones autónomas.
Además, será una gran oportunidad para que estos estudiantes mexicanos que hicieron su propio sistema de conducción autónoma, puedan crear alianza con Tesla y ofrecer el servicio de robotaxis y conducción del coche en México, bajo los estándares y normas del país.
Pese a que serán varias noches sin dormir para Musk, esta prueba final para Tesla y sus robotaxis es el comienzo de un capítulo clave en su historia. Si las pruebas resultan exitosas, la compañía avanzará hacia su meta de un futuro sin conductores, y se consolida como pionera en la integración de inteligencia artificial y movilidad urbana.
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