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Un grupo de científicos encontró que la concentración de CO2 en la atmósfera volvió a romper los registros de medición, lo cual fue visto en años anteriores.
Al igual que otros gases de efecto invernadero, el CO2 actúa como una manta, atrapando el calor y calentando la atmósfera inferior.
¿Cómo afecta al clima la alta concentración de CO2 en la atmósfera?
Cuando se genera una elevada concentración de CO2 en la atmósfera, esto altera los patrones climáticos y propicia fenómenos extremos, como olas de calor, sequías e incendios forestales, así como precipitaciones e inundaciones más intensas.
El aumento de los niveles de CO2 también contribuye a la acidificación de los océanos, un cambio en la química oceánica que dificulta el desarrollo de esqueletos o conchas carbonatadas duras en organismos marinos como crustáceos, bivalvos y corales.
¿Qué medición de CO2 se registró?
Por primera vez, el pico estacional de concentración de CO2 en la atmósfera superó las 430 partes por millón (ppm) en el Observatorio Mauna Loa en Hawai, referencia a nivel global.
¿Qué es el CO2?
El CO2, o dióxido de carbono, es un gas transparente e inodoro que se encuentra naturalmente en la atmósfera y es crucial para el ciclo del carbono en la Tierra. Es un gas de efecto invernadero, lo que significa que ayuda a retener el calor en la atmósfera y contribuye al calentamiento global.
Inicio del monitoreo
En 1958, el científico Charles David Keeling comenzó a medir el dióxido de carbono (CO2) en el observatorio de Mauna Loa, Hawái. Descubrió que los niveles de CO2 suben cada año y también cambian con las estaciones: aumentan en primavera, bajan en verano y vuelven a subir en otoño.
Estas mediciones dieron origen a la famosa Curva de Keeling, que muestra cómo ha crecido el CO2 en la atmósfera por la actividad humana.
Seguimiento continuo
Desde 1974, la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) realiza sus propias mediciones diarias para confirmar y complementar los datos.
Durante décadas, tanto la NOAA como el Instituto Scripps han trabajado juntos para mantener un registro confiable del aumento del CO2, uno de los principales gases que causan el cambio climático.
Desafíos recientes
En noviembre de 2022, una erupción del volcán Mauna Loa dañó la carretera al observatorio. A pesar de esto, los científicos reanudaron pronto las mediciones desde Maunakea, un volcán cercano.
En 2023, con ayuda de helicópteros, la NOAA instaló paneles solares y baterías para reiniciar el sistema. Se espera que este año quede lista una nueva vía de acceso.
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