Pocos lugares del mundo dan pie a noticias tan curiosas como las que llegan desde Corea del Norte. Un ejemplo de ello podría ser la relación de los hackers del país asiático con los robos de criptomonedas, ya que dicha situación no solo les lleva a embaucar a empresas de Estados Unidos, sino también a firmar uno de los golpes más grandes de la historia. Sin embargo, en esta ocasión han conseguido acaparar portadas por una serie de capturas de pantalla secretas autorizadas por el gobierno norcoreano.
Como señala TechSpot, un teléfono inteligente contrabandeado fuera de los límites de Corea del Norte reveló la vigilancia extrema que existe en el país gobernado por Kim Jong Un. A pesar de que parece ser un teléfono moderno, cuenta con un software modificado que impone censura. De hecho, también saca partido al monitoreo constante, ya que el teléfono toma una captura de pantalla de forma automática cada cinco minutos. Tras esto, las almacena en una carpeta oculta que permanece inaccesible para el usuario.
La censura afecta a la escritura
Sorprendentemente, el software del teléfono permite la sustitución de determinadas palabras. Un ejemplo de ello podría ser “oppa”, un término surcoreano que es reemplazado por palabras apropiadas como “camarada”. Además, la censura también llega a niveles que rozan lo ridículo: si escribes “Corea del Sur”, este término será reemplazado de forma automática por “estado títere”. Al hacerlo, seguirá la línea ideológica impuesta por el gobierno norcoreano, dado que el conflicto entre ambas regiones es cada vez mayor.
De esta forma, el sistema operativo de cualquier teléfono que llegue al mercado de Corea del Norte no solo está diseñado para restringir funciones, sino que también intensifica el control ideológico sobre los usuarios. Además, los dispositivos carecen de acceso a internet global, razón por la que los usuarios solo podrán consultar aquello que el gobierno desee compartir. De hecho, también están sometidos a vigilancia total por parte del estado. Por ende, no podrán realizar ningún movimiento sin que estos lo sepan.
A todo lo citado, debemos añadir que existen escuadrones juveniles que inspeccionan los teléfonos en la calle con la intención de descubrir cualquier influencia de la cultura surcoreana. De esta forma, si quieres consumir algún producto extranjero debes hacerlo fuera de los límites de la ley, ya que muchas series, películas e incluso canciones llegan a Corea del Norte en una memoria USB dentro de alimentos. Así, muchos desertores coinciden en los motivos de su decisión de abandonar el país: “El acceso a medios extranjeros fue la clave”.
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