El ritmo de crecimiento de la población mundial ha disminuido considerablemente en los últimos años. De hecho, las Naciones Unidas estiman que la tasa de crecimiento anual global ha caído de un 2.1% en 1960 a menos del 1% en la actualidad. Esta desaceleración refleja una serie de transformaciones en los patrones de natalidad que se están viviendo a nivel mundial.
Hoy, el envejecimiento de la población es una realidad en muchas partes del mundo. En lugar de un crecimiento desmedido, los países se enfrentan a una reducción en la tasa de natalidad. Este fenómeno se está registrando tanto en economías desarrolladas como en naciones en vías de desarrollo, lo que genera incertidumbre sobre el futuro demográfico y económico de estas regiones.
Uno de los factores clave que explican este fenómeno es el retraso en la maternidad. Muchas mujeres están priorizando su desarrollo profesional y estabilidad económica antes de formar una familia. El ser madre ha dejado de ser una prioridad inmediata para convertirse en una decisión más reflexiva, a menudo pospuesta por años.
En este contexto, tener hijos se ha convertido en un lujo. No se trata solo de la decisión de tener una familia, sino de las enormes inversiones económicas que conlleva. En países con altos costos de vida, la crianza de los hijos se ve como un desafío que requiere recursos y planificación, una barrera que sigue alejando a muchas parejas de la maternidad.
¿Por qué Corea enfrenta una crisis de natalidad?
Corea del Sur está viviendo una situación crítica con su baja tasa de natalidad. En 2022, la tasa de fertilidad se desplomó a 0.78 hijos por mujer, la más baja del mundo. Esta caída se debe a una combinación de factores sociales, económicos y culturales que han llevado a las nuevas generaciones a replantearse la maternidad.

Foto: Freepik
El gobierno surcoreano ha comenzado a tomar medidas drásticas para abordar este problema. Conscientes de que la tasa de natalidad afecta la estructura económica y social, han implementado programas que incluyen subsidios directos para las parejas que decidan tener hijos. Estos beneficios van desde ayudas económicas hasta descuentos en servicios de cuidado infantil, con la intención de aliviar los costos de la crianza.
A pesar de los esfuerzos del gobierno surcoreano, los resultados aún no se han materializado en un repunte significativo en las tasas de natalidad. Las barreras económicas, como el alto costo de la vivienda y la educación, siguen siendo desalentadoras para los jóvenes de dicho país. Además, la presión laboral y las expectativas sociales dificultan aún más el deseo de formar una familia en un contexto tan competitivo.
En este episodio de PTPT: Preguntas Tontas Para Todos, conoce cuánto cuesta tener un hijo ¿Te imaginas qué tan caro será?
¿Por qué la falta de bebés es una amenaza para la economía global?
La disminución en las tasas de natalidad no solo es un problema local, sino una amenaza global. Si la tendencia continúa, podríamos ver una serie de consecuencias graves a nivel económico. Una población envejecida aumenta los costos de salud y pensiones, lo que pone una presión enorme sobre los sistemas de bienestar social y limita la capacidad de los gobiernos para mantener sus economías en crecimiento, de acuerdo con el Observatorio Demográfico del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social por la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
La falta de nacimientos tiene implicaciones directas en la fuerza laboral. Con menos jóvenes que ingresan al mercado laboral, las economías enfrentan una escasez de trabajadores que puedan contribuir al crecimiento productivo.
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