Advertisement

crónica de un movimiento por la verdad y la justicia


E

l libro Ayotzinapa: un movimiento digno, persistente e indómito , escrito por Carlos Alonso Reynoso, es un estrujante, detallado e impactante relato de uno más de los aberrantes crímenes de Estado y lesa humanidad cometidos en México, que no obstante estremecer e indignar a millones de personas en el ámbito nacional e internacional, sus responsables no han sido llevados ante la justicia y, a la fecha, sigue sin saberse el paradero de los 43 estudiantes normalistas.

Se trata de una obra de gran calado (780 páginas), cuidadosamente editada, que reúne profesionalismo académico con ética política y compromiso social, además de contar con una extensa y especializada bibliografía. La investigación fue publicada por la cátedra Jorge Alonso, del Ciesas, y la Universidad de Guadalajara, que ha estado dando a conocer excelentes estudios de jóvenes investigadores, que, como el autor, enfrentan los retos de un mercado editorial que, con pocas excepciones, se inclina por la literatura de autoayuda y los best sellers.

El texto se presenta como una crónica del movimiento de Ayotzinapa, que se inicia desde agosto de 2016 hasta septiembre de 2024, por las ventajas que ésta tiene, en cuanto a mostrar cómo se ha desarrollado un proceso con exigencias centrales que se mantienen, y con acciones puntuales que van dando su configuración y que no sólo plantea reclamos al Estado, sino que encuentra sus puntos contradictorios para ir haciendo fisuras en beneficio de la verdad y la justicia.

Se señala que la crónica observa el orden del tiempo, como un relato que secuencia los acontecimientos según una cronología que revela y destaca el sentido de los hechos y que implica una polisemia. La crónica responde a qué ha sucedido, quienes son los sujetos, cuando ocurrió, por qué y cómo, y es una interpretación personal e informativa de un acontecimiento. Alonso reitera que la crónica permite ir descubriendo cómo un hecho implica que haga crujir la estructura institucional por las acciones de los familiares, y también genera graves rupturas en una realidad instalada. Permite, asimismo, apreciar las contradicciones fundamentales entre los afectados y el responsable estatal, y las formas en que se va desarrollando el proceso agonista para impedir que las rutinas del poder prosigan.

Se destaca el papel –en el mantenimiento de la resistencia– de las instancias nacionales e internacionales de organizaciones independientes dedicadas a la salvaguarda de los derechos humanos. Un movimiento formado por un núcleo duro constituido por los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, asesinados y heridos. Vendrían luego los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, con su movilización que no cesa, los abogados de centros de derechos humanos, los maestros de la CNTE y los sindicatos, así como el apoyo constante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Congreso Nacional Indígena y el variado entorno que acompaña al zapatismo. Fue significativo que en diciembre de 2014, la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad reunida en Caracas, Venezuela, aprobara por unanimidad una declaración en que expresamente se señaló a Enrique Peña Nieto, presidente de México, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, como principal responsable de la tragedia, y se afirmó tajantemente: Ayotzinapa sintetiza los agravios cometidos por el imperio y la oligarquía contra el pueblo de México, pero es también el modelo de dominación impuesto por el neoliberalismo, que no queremos para la humanidad.

Alonso sintetiza el significado del acontecimiento padecido por los normalistas en Iguala: “Como un hecho brutal y oscuro, una espina clavada que duele a México, una herida profunda que no ha cerrado, un expediente que sigue abierto, un agravio no sólo a las víctimas, sino colectivo, un trauma cultural para toda la sociedad mexicana, […] una agresión en la que han intervenido poderes municipales, estatales, nacionales y trasnacionales, una de las más graves violaciones a los derechos humanos que había despertado una fuerte mirada mundial, un delito de lesa humanidad y, por tanto, imprescriptible, un crimen de Estado, terrorismo de Estado cuidadosamente orquestado y llevado a cabo”. Efectivamente, en Iguala se condensó en unas horas de barbarie, toda la violencia estructural y de Estado que ha padecido México.

Alonso confirma en su indagación que el Ejército oculta información importante y que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el noveno año, se dedicó a administrar el caso. Los familiares se toparon ante el enorme empoderamiento de las fuerzas armadas, que juegan sucio, no quieren la verdad y menos la justicia.

Este libro gratuito es fundamental para comprender un movimiento que nunca se ha dejado doblegar por las maquinaciones estatales.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *