
▲ Conoció y compartió escenario con estrellas nacionales e internacionales como Cantinflas.Foto del libro Por amor, de la editorial Misión
Ana Mónica Rodríguez
Periódico La Jornada
Jueves 29 de mayo de 2025, p. 8
Un ejemplo de vida, de crecer ante la adversidad hasta alcanzar la cima del éxito, con trabajo, tenacidad y sacrificio, es la historia de Marco Antonio Muñiz, llamado el Lujo de México, quien tras una larga y prolífica trayectoria desea ser recordado por siempre
.
El cantante, quien cumplió 92 años de edad en marzo, es un referente, una leyenda en el país en que nació, pero también en otras latitudes, como España y América Latina, en especial en Puerto Rico y Venezuela, donde es ídolo desde hace varias décadas. Fue precursor de los boleros y los tríos durante la época de oro de la música latina, convirtiéndose en representante del romanticismo y en un ícono de la música.
La vida y legado del intérprete, que también fue actor, será recordada en La noche de Marco Antonio Muñiz: tributo a la voz más importante del siglo XX, con diversos invitados, este 4 de junio en el Auditorio Nacional con la presencia del cantante que se encuentra retirado de los escenarios desde hace 10 años.
El artista nació el 3 de marzo de 1933 en Guadalajara, Jalisco, sus padres fueron María Vega Castellanos y Lorenzo Muñiz Romero. En su autobiografía Por amor, publicada bajo el sello Editorial Misión, narra que imposibilitados económicamente para cubrir los honorarios de un médico, solicitaron los servicios de una partera para recibir a su primer hijo, razón por la cual nací en la recámara de un vecindad del barrio de Mexicaltzingo, la misma que por cinco ocasiones más se convirtiera en sala de partos
. Sus hermanos fueron Lorenzo, Juan José, Luis Jorge, Marina y Rodolfo.
El Lujo, continúa, atender a una clínica era un gasto fuera del alcance de un fogonero que recorría la línea férrea de Guadalajara a Manzanillo y que, por problemas sindicales, en apoyo a los que perdieron, se quedó sin trabajo
. De su progenitor, también atesoró su doctrina de honestidad, que sigue siendo la inspiración de mi vida
.
Entre carencias, el camino de Marco Antonio se comenzó a develar cuando cantó Granada por un castigo de su maestra de quinto año de primaria, porque el niño Muñiz no memorizó el material sobre la India para una tarea de geografía.
Su afición por la música y el deseo de ser cantante también se fue configurando cuando escuchaban la radio. El principal lujo que había en mi casa era un receptor que compró mi papá. ¡Qué alegría provocaba a toda la familia el poder escucharlo! La XEW nos traía enloquecidos a todos, pero principalmente a mí
, contó en el citado libro lanzado el año pasado.
Pero su destino quedó marcado el 6 de enero 1946, cuando llegó solo a los 13 años en ferrocarril a Ciudad Juárez para cantar en el Teatro Casino, con un elenco encabezado por Fernando Soto La Marina El Chicote. Aquella fue una tremenda odisea y aprendizaje de vida para Muñiz. El Palacio Chino, un centro de variedades, fue otro lugar donde trabajó para poder ayudar económicamente a su familia.
Diez meses después regresó a Guadalajara, pero tuvo que seguir colaborando con los gastos y se empleó como panadero y también ayudó en una joyería con la producción de filigrana en plata, pero eso sí, nunca abandoné el sueño de seguir cantando
.
En su perseverancia, acudía todos los días al quiosco frente al Palacio de Gobierno donde se reunían todos los músicos a ver si era contratado. Aprendió a tocar las maracas, el pandero y hasta el bongó. Y confesó dos claves para su vida: La discreción ha sido una de mis mejores armas para abrirme paso; las frecuentes negativas nunca me desilusionaron, sin embargo, la preocupación de ayudar en la economía del hogar no me dejaba tranquilo
.

▲ Su destino se marcó cuando llegó, a los 13 años, a Ciudad Juárez a cantar, para ayudar económicamente a su familia.Foto tomada de redes
Deambuló por doquier hasta que llegó al Atlántida Club, como Marco Antonio Gitano, por aquello de los pasos dobles que me salían muy bien
, pero también lo anunciaban como Marco Antonio, el tenor más joven de México
. Siguió su camino con el Grupo Tropical Veracruz, que tocaba en el Navy, un nightclub, y vivió a plenitud su época con La Bandida; después pasó por la XEW con Los Tres Brillantes, Los Tres Ases y sus inicios como solista en el Teatro Blanquita forman parte de una trayectoria de más de 70 años, inundada de anécdotas, personajes, búsquedas, encuentros y perseverancia.
Compartió escenario y conoció a las estrellas nacionales e internacionales hasta que se convirtió en una más de ellas. Muñiz también incursionó en el cine, intervino en 13 películas como Sueños de oro (1958), La bandida y De color moreno ambas en 1963, entre otras.
Sus éxitos Escándalo, Por Amor, Luz y sombra o Quiero abrazarte se convirtieron en himnos que han transmitido emociones a varias generaciones. Cuenta con más de 70 discos, ha recibido innumerables tributos y realizó infinidad de giras alrededor del mundo.
En 2008, Marco Antonio Muñiz dijo a la prensa que ser romántico: Me dio resultado desde el principio, el cantarle al amor, a la mujer. Creo que no me equivoqué. En ese tiempo estaba muy de moda el swing, luego el cha-cha-chá, luego todos esos ritmos que, si hubiera querido interpretar, se hubieran olvidado de mí. Pero la canción romántica es mágica porque es lo que más se acerca al sentimiento del humano, desde el punto de vista popular
.
Hacia el final de las páginas de su libro Por amor, título homónimo de la canción de Rafael Solano que inició su dimensión internacional, Muñiz rememoró: Fui el mayor de mis cinco hermanos de sangre y por las situaciones precarias en las que vivimos, desde que salí de casa a los 13 años se convirtió en mi deber protegerlos y ver por ellos. Un hermano mayor no concibe la idea de que ellos se vayan antes, pero así me ha sorprendido la vida y ha sido extremadamente duro el haberme despedido de todos ellos. Tampoco se concibe ver partir a nuestros hijos y tal fue el caso de Gustavo y Marco Antonio
.
Desde su retiro, aceptó: Cómo quisiera al despertar detener el tiempo, ver con vida a los más queridos, tenerlos cerca, mantenerlos en mi camerino para siempre. Pero el show termina al igual que la vida y debo dar gracias porque permanecen en mi corazón las personas amadas y las experiencias incontenibles que a veces me visitan. En mi camerino quedo yo, con un cuerpo frágil y debilitado por la edad, entre pensamientos, memorias, el vaivén de las melodías que acompañan las canciones que aún recuerdo al pie de la letra y sorprendido por la generosidad de la vida
.
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