Advertisement

Diablos Rojos apalean 17-6 a Pericos de Puebla; en dos juegos anotaron 38 carreras


Diablos Rojos apalean 17-6 a Pericos de Puebla; en dos juegos anotaron 38 carreras

Foto

▲ Los peloteros de los Diablos Rojos Jesús Arredondo y Luis Liberato celebran el cuadrangular del segundo, quien contribuyó con dos carreras para la paliza de los capitalinos.Foto @DiablosRojosMx

Juan Manuel Vázquez

 

Periódico La Jornada
Domingo 8 de junio de 2025, p. a10

Por segundo juego consecutivo, Diablos Rojos apalearon a Pericos de Puebla, esta vez por 17-6, en el estadio Alfredo Harp Helú. Una cantidad inmisericorde de carreras si se suman las del 21 a 8 que les asestaron la noche del viernes. En dos días recibieron 38 anotaciones, cifra escalofriante para cualquiera. Esto se convirtió en una afrenta para los visitantes y en las entradas finales hubo tanta tensión en el montículo de pitcheo que los lanzadores mandaron bolas amenazantes a los bateadores, algunos las esquivaron con agilidad; otros fueron golpeados y el partido estuvo a punto de salirse de control.

Después de la cascada de carreras que sufrieron los Pericos la noche del viernes, subir al mon-tículo la tarde del sábado era como someterse a una sesión de choque donde un lanzador tenía que enfrentar sus miedos más profundos. Fernando Lozano fue el abridor, pero parecía más un condenado ante el pelotón de fusilamiento. Y así fue, de los primeros cinco bateadores que enfrentó en su única entrada de labor, cuatro le conectaron hit y anotaron durante el desfile de toleteros. Nadie puede sostenerse con una apertura como esa. El mánager convocó de inmediato a la reunión en la loma; los jugadores de Puebla alrededor del pitcher apabullado y cabizbajo. Nada duele más que estar en el centro del campo ante la mirada acusatoria de los demás. Dicen que durante esas breves juntas se pregunta cualquier ocurrencia, el objetivo es palpar los nervios del serpentinero y los de esta tarde estaban muy descompuestos. Le pidieron la bola en ese ritual de la derrota cuando el relevo es urgente y en su lugar subió Liarvis Breto para contener a los Rojos.

El juego se apaciguó y sólo un par de jonrones solitarios movieron la pizarra, uno por bando. En la segunda entrada, Estamy Ureña, de Puebla, y en la tercera, Julián Ornelas, sacaron la pelota del parque. Para ese momento el pitcheo y las defensivas funcionaban en ambas novenas y la pizarra se mantuvo intacta durante dos entradas y media.

Pero el relevista de Pericos no pudo mantener el pulso ante el ata-que de los Diablos. En la parte baja de la sexta entrada volvió a sentir lo que es descender al infierno. Un rally de seis carreras hizo palidecer al lanzador, incluido un cuadrangular de dos rayas que recetó Luis Liberato. Y una más, cortesía de Ramón Flores, para poner la pizarra 12-1.

El dilema a veces es mantener el control con los relevos. Cuando llegó al montículo Trevor Clifton para Diablos el juego se torció de manera inesperada en la octava entrada. Un grand slam de cuatro carreras que bateó Cristhian Adames acortó la pizarra 12-5. En ese episodio, el lanzador estadunidense golpeó a dos bateadores de Puebla. Los ánimos estaban encendidos y el pitcher volvió a amenazar a un toletero rival al enviarle una bola demasiado pegada al cuerpo que enfureció a la banca de Pericos. En segundos saltaron la barrera y en medio del diamante ambos equipos amagaban con enredar-se en una pelea campal.

La respuesta de los escarla-tas fue demoledora, cinco carreras más, dos de ellas producidas por el jonrón de Julián Ornelas. En dos días, Pericos de Puebla acumuló una cuenta de anotaciones en contra que harán más pesado su regreso a casa si no reaccionan este domingo.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *