A unas horas de que entren en vigor los aranceles a China, la administración de Trump ya fantasea con producir el móvil de Apple en Norteamérica. Tanto el secretario de Comercio como la Casa Blanca declararon que Estados Unidos tiene los recursos para fabricar el iPhone.
De acuerdo con 9to5Mac, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que Apple, y por extensión sus proveedores, pueden reubicar la fabricación del iPhone de China a Estados Unidos. “El presidente cree que tenemos la mano de obra, la fuerza laboral y los recursos para hacerlo”, afirmó Leavitt, citando la inversión estadounidense de 500 mil millones de dólares anunciada previamente por Apple.
Mientras tanto, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, intentó presentar la transición no solo como posible, sino también como inevitable. En una entrevista con CBS, Lutnick describió un renacimiento de la manufactura nacional impulsado por la automatización y apoyado por trabajadores calificados. “El sector manufacturero de Estados Unidos experimentará el mayor resurgimiento de empleos en la historia del país”, afirmó, minimizando el costo y la complejidad de la transición.
Si bien las declaraciones de ambos se dan en el marco de la entrada en vigor de los aranceles del 104 % a China, lo cierto es que no es la primera vez que los políticos intentan vender la idea de que es posible fabricar un iPhone (y otros productos) en Estados Unidos. La idea de impulsar la producción en fábricas locales es una promesa de campaña para ganar el voto de los trabajadores; sin embargo, llevarlo a cabo es casi imposible.


¿Por qué es imposible fabricar el iPhone en Estados Unidos?
La cadena de suministro de Apple está optimizada para entregar a tiempo y ser increíblemente rentable. Esta se ha construido durante décadas y se encuentra estrechamente integrada con proveedores de componentes y fabricantes en toda Asia. Intentar implantar este sistema en EE. UU. requeriría no solo una gran inversión de capital, sino también la reinvención de prácticamente cada paso de su cadena de producción.
La suposición de que la fabricación del iPhone puede reubicarse también ignora las realidades materiales. Según Apple, el iPhone es un dispositivo de origen global: sus acelerómetros provienen de Alemania, sus módulos de cámara, de Japón, y sus materiales de tierras raras, de países de África y del sudeste asiático. Estos componentes se transportan a través de redes logísticas diseñadas para la velocidad y la eficiencia, redes que están profundamente entrelazadas con el ecosistema manufacturero asiático.


Aunque Foxconn construya instalaciones limitadas en EE. UU., la escala necesaria para trasladar el ensamblaje del iPhone requeriría un desarrollo de infraestructura de una magnitud sin precedentes. Esto incluye no solo espacio para fábricas, sino también capacidad portuaria, mano de obra calificada, la reubicación de proveedores de componentes y una reestructuración del procesamiento de materiales nacionales.
Para Apple y los usuarios, el costo de tal empresa no sería rentable. Un video del comediante Dave Chappelle que data de 2017 mostraba la cruda realidad, con iPhones que costarían 9,000 dólares. “Deja ese trabajo en China, donde pertenece. Ninguno de nosotros quiere trabajar tan duro. Quiero usar zapatillas Nike, no quiero fabricarlas”, mencionaba Chappelle.
China se burla de los aranceles de Trump
Los aranceles también han generado un sinfín de burlas hacia Estados Unidos. Los medios de China publicaron videos generados con IA con canciones o escenas de supuestas fábricas estadounidenses.
Día de la Liberación, nos prometiste lo mejor,
Pero los aranceles acabaron con nuestros baratos coches chinos,
Los comestibles cuestan un riñón, la gasolina un pulmón.
¿Tus ofertas? Solo palabrería.
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