Una buena parte de las películas que disfrutamos hoy día contienen efectos visuales que son creados por computadora. El avance tecnológico de los últimos años ha permitido que estos efectos puedan ser creados para que el espectador no se de cuenta de que lo que mira fue puesto ahí por los equipos de diseño después de que las cámaras filmaron a los actores.
En la década de los 90, el uso gráficos generados por computadora (CGI, por sus siglas en inglés) en las películas comenzó a ser más habitual debido, entre otras cosas, a que las computadoras con las que se hacían tenían cada vez más capacidad de procesamiento y eran más veloces. Así, por ejemplo, pudimos ver con asombro cómo el exterminador T-1000 en la película Terminator 2 se transformaba en metal líquido, y solo 4 año después, en 1995, llegó a los cines la primera cinta animada completamente con efectos digitales, Toy Story.
Pero antes de toda esta revolución tecnológica, el cine debía recurrir a otros recursos para mostrar a los espectadores las imágenes que querían lograr. Sin computadoras, los directores, ingenieros, escenógrafos, sonidistas, utileros y hasta los actores se las ingeniaron para lograr filmes que hoy no pueden concebirse sin el uso del CGI. Un ejemplo notable sucedió en México, cuando un solo actor le dio vida a 3 diferentes personajes en la misma película.
En 1948 se estrenó en los cines del país Los Tres Huastecos, dirigida por Ismael Rodríguez y protagonizada por Pedro Infante, Blanca Estela Pavón y María Eugenia Llamas. Un año antes había salido a la luz Nosotros los Pobres, el filme que consolidó a Pedro Infante y a Blanca Estela Pavón como dos de los actores más icónicos de la época, y a Rodríguez como uno de los directores más exitosos.
Pero aunque optó por la misma pareja estrella, en esta ocasión Ismael Rodríguez quiso hacer algo diferente. Él sabía que aunque el cine nacional pasaba por su época de oro, afuera se decía que la técnica cinematográfica en México no estaba a la altura de las grandes producciones de Hollywood y quiso demostrar lo contrario.
Para conseguir su objetivo, logró que el mismo actor, Pedro Infante, interpretara a los 3 personajes principales de la historia: Víctor, Juan de Dios y Lorenzo Andrade, 3 hermanos triates separados desde pequeño, cada uno criado en un pueblo diferente de La Huasteca, y cada uno con una personalidad completamente opuesta a la de sus hermanos, pero idénticos físicamente.

Pero, el verdadero reto no era mostrarlos por separado, pues habría bastado con grabar a cada personaje con su propia caracterización; el desafío fue lograr que interactuaran en la pantalla y que en algún momento los tres aparecieran a cuadro. Algunas anécdotas cuentan que cuando Ismael Rodríguez planteó su idea en Hollywood le dijeron que con las técnicas disponibles allá solo sería posible juntar a 2 personajes en pantalla, pero no a los 3.
Sin embargo, esto no desalentó al director mexicano, quien puso manos a la obra para que los 3 huastecos se mostraran a cuadro interactuando. Algunos videos publicados en redes sociales, analizan esta película y explican algunos detalles técnicos de la realización de este filme.
Un video publicado en el canal de Youtube Latin Pop, explica que en algunas escenas, donde aparecen 2 de los 3 hermanos conversando, se hicieron primero las tomas donde aparece uno de ellos, interpretado por Pedro Infante, frente a la cámara, mientras un doble caracterizado como el otro personaje, aparece de espaldas; después se grabaron las tomas cambiando los roles para que Pedro apareciera caracterizado como el otro personaje haciendo la réplica. Al montar las escenas se percibe como una conversación natural entre 2 de los 3 huastecos.
En las escenas donde sí se ven los rostros de los dos personajes, se dejaba montada la cámara en un mismo sitio; Pedro Infante grababa primero la parte de un personaje y luego se cambiaba de lugar, caracterizado como el otro personaje, para dar réplica; después, se recortaba la figura de pedro de cada fotograma de una de las tomas realizadas y se pegaba en la otra. Se trataba de escenas donde no había contacto físico, para facilitar el montaje, sin embargo, en algunas tomas es posible apreciar el corte entre cada uno de los planos que grabó Pedro.
La escena final fue el mayor desafío de la producción, ya que en ella aparecen los 3 hermanos Andrade abrazados cantando. Ese plano exigió mucha precisión en los movimientos de cada personaje, ya que los tres personajes tuvieron que ser recortados para lograr unirlos en la toma final, mientras que para las tomas abiertas que complementan la escena se usaron extras.
El detrás de cámaras
En un cortometraje preparado para mostrar aspectos detrás de cámaras, Ismael Rodríguez conversa con un periodista mientras esperan a Pedro Infante para hablar sobre la filmación de Los Tres Huastecos. Durante la charla externa cuál fue su deseo con la grabación de este filme.
“Yo quiero demostrar que la técnica cinematográfica mexicana no está tan atrasada como se dice. Los Tres Huastecos es una historia con 3 galanes hechos por un mismo actor, 3 divertidos y humanos personajes que aman, sufren ríen, lloran, se dan la mano, se abrazan, se persiguen, se tocan la cara, se la golpean, y aunque parezca increíble cantan a una, dos y tres voces”.
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