Uno de los aspectos más importantes que tienen los diversos sistemas informáticos del mercado es su diseño, existen modelos de ordenadores creados para cada tipo de situación, pero el mayor problema que tienen algunos sistemas es lo complicado que resulta configurarlos. Los ordenadores de sobremesa son bastante sencillos de personalizar, es posible cambiar los componentes y periféricos en cualquier momento pero en si hablamos de un portátil, e incluso de los mini PC, no es el caso así que varias compañías están investigando cómo solucionarlo, y todo pasaría por el hardware modular.
Para muchas personas utilizar un ordenador portátil es algo que no se suelen plantear de primeras, pese a que ofrecen una gran movilidad presentan una serie de problemas que impiden un uso correcto y que principalmente está relacionado con la forma en la que están construidos. No resulta complicado encontrar a personas que reconocen lo incómodo que resulta utilizar el teclado integrado de un sistema de este tipo, el problema que supone tratar de cambiar la RAM o el SSD, e incluso el simple hecho de limpiarlo por dentro para que funcione tal y como debería.
Qué es el hardware modular en un portátil y por qué resulta tan interesante
Los ordenadores portátiles cuentan con una construcción bastante complicada, lograr implementar todos los componentes de última generación dentro de un modelo portable hace que las compañías que los desarrollan tengan que sacrificar algunos aspectos clave como es la facilidad de poder reemplazar las piezas. Por este motivo hay una serie de fabricantes que están buscando implementar lo mejor que tienen los ordenadores de sobremesa también en los portátiles, la capacidad de reemplazar cualquier pieza que pueda estar fallando además de añadir funciones adicionales.
Tal y como podréis imaginar por el título, los portátiles que admiten este tipo de hardware serían aquellos modulares, es decir, que un usuario puede reemplazar los componentes que resulten necesarios debido a que están divididos en varios módulos en lugar de estar soldados a la placa. Una de las compañías pioneras en esto es Framework, una startup estadounidense que diseña portátiles con la idea de que las personas puedan intercambiar varios de los componentes cuando se rompan o actualizarlos cuando la tecnología avance.
Obviamente esto no implica que un usuario pueda cambiar lo típico que es tanto la RAM como el SSD de forma sencilla, ya que el objetivo está en que todo sea reemplazable menos el propio chasis, ya sea la pantalla, la batería, el teclado, los bordes del monitor o cualquier otro componente interno que pueda llegar a tener. Las ventajas que esto ofrece se pueden a su vez trasladar a otro tipo de formatos que pueden ser complicados de modificar como son por ejemplo los mini PC prefabricados, ya que incluso contando los barebone, muchas veces lo único que se puede cambiar es la RAM y el almacenamiento.
En general es un proyecto que definiría el futuro de los sistemas portátiles, algo que incluso podríamos llegar a ver en algún momento estándarizado.
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