En 2013, Rick y Morty irrumpió para revolucionar el mundo con sus tramas científicas y su descaro sin filtros. Era una serie que tomaba lo mejor de Los Simpson, Regreso al Futuro y South Park, pero con una irreverencia propia que la hizo ganarse un lugar entre las grandes de la animación para adultos. Pero, con el paso de las temporadas, la serie empezó a mostrar señales de agotamiento en sus ideas y, sumado a algún que otro escándalo, la audiencia comenzó a bajar. Aun así, Rick y Morty sigue siendo única, y con la octava temporada ya en HBO Max, viene dispuesta a reconciliarse con sus fans. Eso sí, sigue cometiendo un error que debería corregir cuanto antes.
Rick y Morty quiere volver a sus orígenes
Los primeros episodios de Rick y Morty fueron toda una revolución. La ciencia se fusionaba con la ficción para dar lugar a tramas que nunca hubiéramos podido imaginar: perros inteligentes, asesores domésticos estresados, viajes por el cuerpo humano, pandemias…Era como si todos los elementos de la ciencia ficción se unieran para dar lugar a un producto televisivo falto de moral y violento.
Pese a que la animación se presentaba como modesta, el carisma de los personajes principales era suficiente para encandilar a los espectadores, que nunca sabían por dónde podía aparecer el factor sorpresa. Este soplo de aire fresco superó las expectativas de Adult Swim y dio lugar a una longeva serie.


La primera temporada de Rick y Morty fue un soplo de aire fresco para la audiencia
Sin embargo, los problemas comenzaron a aparecer cuando la profundidad argumental iba en detrimento de la acción. Tras alcanzar su mayor éxito en la tercera temporada, -con capítulos como el de “Pickle Rick”, la repetición de la fórmula comenzó a cansar a los espectadores. La séptima temporada llegó a su máximo declive con una pérdida del 21% de la audiencia con respecto a la primera temporada y un 50% frente a la sexta.
Además, a estas cifras hay que sumarle un escándalo notorio: Justin Roiland, co-creador de la serie y voz original de Rick y Morty (ambos) fue apartado del proyecto por acusaciones de violencia doméstica. A partir de ese momento, Ian Cardoni y Harry Belden asumieron los roles sin contentar demasiado al público; algo que, por supuesto, en la versión de España no se acusó, ya que Txema Moscoso y Rodri Martín siguen en activo.


“Rickinillo” es uno de los episodios más queridos por el público
A partir de ese momento, Dan Harmon se quedó a la cabeza del proyecto con un enfoque menos descabellado que el que mantenían hasta la fecha, pero ahora ha decidido “soltarle de nuevo la melena” y presentar una octava temporada que, sin dejar la acción de lado, parece querer volver a los orígenes.
Rick y Morty, por mucho que haya sufrido decadencia, sigue siendo una de las series de animación adultas más divertidas hasta la fecha. Con apenas tres episodios de la octava temporada, hemos visto referenciar a Matrix, fijarse en el western y ahondar en la relación paterno filial de Beth y Rick; lo cual supone un giro interesante tras conocer a un Rick hastiado de sus aventuras en anteriores capítulos.


La octava temporada de Rick y Morty busca volver a sus orígenes
Cierto es que, precisamente este episodio, vuelve a cometer el error de presentar más acción de la necesaria. Ni la realeza británica se ha salvado de ser parodiada, pero un exceso de muertes, sangre y disparos hace que sintamos que esto ya lo hemos visto antes. He perdido la cuenta de las especies a las que se han enfrentado los protagonistas. Con ello, la temporada promete y hasta el 28 de julio cada semana nos puede sorprender. Merece la pena echarle un vistazo.
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