Iván Evair Saldaña
Periódico La Jornada
Martes 10 de junio de 2025, p. 9
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó ayer a Los Chapitos, facción del cártel de Sinaloa, y a dos de sus capos, los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, por su papel clave en la producción y tráfico ilícito de fentanilo hacia ese país.
Además, Estados Unidos exhibió y sancionó a una presunta red criminal ligada a Los Chapitos, conformada por operadores y al menos 10 empresas en México que se dedican a lavar dinero del cártel de Sinaloa.
Estados Unidos ofrece hasta 10 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de cada uno de los hijos del capo Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
“Los Chapitos son una facción poderosa e hiperviolenta del cártel de Sinaloa, líder del tráfico de fentanilo a Estados Unidos. Cumplimos el mandato del presidente Donald Trump de eliminar a los cárteles y usar todas las herramientas para frenar la crisis del fentanilo y salvar vidas”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, a través de un comunicado.
Control de la producción
Según las autoridades, Los Chapitos controlan los narcolaboratorios en Sinaloa que fabrican pastillas falsificadas con la droga sintética, causante de una grave crisis de salud pública.
“El dominio de Los Chapitos sobre el tráfico de fentanilo se debe en gran medida a su capacidad para obtener precursores químicos, al tiempo que controlan la producción a través de sus laboratorios secretos en Sinaloa. Desde septiembre de 2024, las guerras territoriales entre Los Chapitos y sus rivales han sumido al estado mexicano de Sinaloa, resultando en la muerte de más de 600 personas”, señalaron.
La acción de la OFAC también responde al asesinato del ex marine estadunidense Nicholas Quets, cometido en octubre de 2024 en Sonora, en el que estuvieron involucrados sujetos armados del cártel de Sinaloa.
La red de Los Chapitos, con sede en Mazatlán, fue otro objetivo clave. Víctor Manuel Barraza Pablos, jefe de plaza, y el empresario José Raúl Núñez Ríos fueron sancionados por liderar operaciones de narcotráfico, secuestro, extorsión y lavado de dinero. Núñez usó firmas inmobiliarias y hoteleras para blanquear ganancias del cártel. Diez de sus compañías, entre ellas Beach y Marina y Sea Wa Beach Club, también fueron sancionadas.
La esposa de Núñez, Sheila Paola Urías Vázquez, fue designada por operar como testaferro en negocios ilegales.
Las sanciones se emitieron bajo las órdenes ejecutivas 14059 y 13224, y representan la novena acción de la OFAC contra el narcotráfico transfronterizo en esta administración. Implican el congelamiento de activos en Estados Unidos y prohíben transacciones con ciudadanos estadunidenses o bajo jurisdicción del país vecino del norte.
El cártel de Sinaloa fue designado como organización terrorista extranjera en febrero de 2025 y sigue siendo considerado una de las mayores amenazas para la seguridad estadunidense.
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