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En San Francisco nadie ni nada se salva


En las grandes ciudades deben existir normas que permitan que sus habitantes puedan tener una convivencia armoniosa, y para que todas sus actividades se puedan desenvolver de forma normal. Es por eso que, en San Francisco, ya no solo los humanos reciben multas, y ahora nadie ni nada se salva de ellas.

En San Francisco ya no se perdona ninguna falta

Para la gran mayoría de las personas, las multas representan una molestia, pero hay que reconocer que en muchos casos constituyen una forma muy efectiva de prevenir los abusos que cometerían si no hubiera castigos para ellos. De forma que esa acaba siendo una manera de mantener el orden en las ciudades.

Pero en California, y específicamente en San Francisco, se está dando un fenómeno muy interesante. Porque ahora las multas no se limitan a sancionar los errores que comenten los seres humanos, sino que son impuestas, y con todo su peso, a todo lo que pueda estar allí, nada ni nadie se salva de su rigor.

Todos los coches recibirán multas si cometen infracciones

La ciudad de San Francisco ya tiene una nueva fuente de ingresos, pues ahora les impondrán multas a todos los vehículos, incluso a aquellos que no tengan conductor. Y su actual víctima son los nuevos Waymo, unos coches eléctricos de conducción autónoma que van por sus calles prestando el servicio de taxis.

Esos vehículos robóticos pertenecen a Google y su tecnología se basa en el empleo de cámaras, radares, y modernos sensores de tipo LiDAR. Según sus operarios su sistema está diseñado para poder prever hasta cierto punto (aunque podrían llegar a sufrir multas como las de estos SUV en la ciudad luz).

Y afirman que también han superado pruebas en las que demostraron que pueden actuar de forma correcta ante las autoridades policiales o en presencia de vehículos de emergencia. Sin embargo, y a pesar de que han tenido toda esa preparación, se ha descubierto que han cometido diversas clases de infracciones.

Entre las cuales se encuentran aparcar en zonas prohibidas, estacionarse en zonas de carga y descarga comercial, y detener la circulación vehicular. A pesar de que Waymo cuenta con 300 coches, la ciudad de San Francisco los citó 589 veces solo en 2024, lo que supone una media de más de una multa por día.

Sin embargo, esperan salir bien librados de esas sanciones que les costarían unos 65 065 dólares, pues en muchos casos se estacionaron en lugares donde no debían, para que un pasajero llegara o se bajara. Pero en todo caso, eso significa que realmente ya nada ni nadie se salva de recibir multas en esa ciudad.

Ni las altas autoridades se salvan de errores robóticos

Un taxi robótico Waymo protagonizó un incidente muy curioso, en el que se quedó parado en mitad de la vía pública en una calle de San Francisco. Esto tuvo cierta relevancia porque en ese momento iba pasando Kamala Harris cuando aún era la vicepresidenta de Estados Unidos, y ese coche impidió el paso a su comitiva.

Finalmente, el taxi debió ser remolcado de forma manual, porque simplemente se quedó allí, y no se volvió a mover. Este es uno de los tantos sucesos que conoce que han ocurrido con esos coches autónomos, pues se sabe que otro se quedó dando vueltas alrededor de una zona mientras llevaba a un pasajero.

En conclusión, la ciudad de San Francisco no perdona ninguna falta a nada ni a nadie, pues multa a los taxis autónomos Waymo que, además de las infracciones normales, también han provocado ciertos incidentes extraños (algo similar pasa en España con los radares de la DGT que han sido modificados).



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