A pesar de los múltiples beneficios que trae la electrificación del sector transporte, en toda España y en la mayor parte del mundo, aún los coches de gasolina siguen liderando las ventas puesto que presentan ventajas operativas. Como el que sus fallas son, generalmente, reparables a precios asequibles, cuestión que no siempre sucede con los eléctricos. Pero con esta nueva tecnología le dirás adiós a los vehículos de combustible fósil.
La tecnología de movilidad eléctrica es ambientalmente superior a la de combustión interna pero…
La electrificación del sector transporte es una de las mejores armas que tiene la humanidad en su lucha contra el cambio climático. Si tomamos en cuenta que se ha calculado que es responsable del 11 % de la emisión de gases de efecto invernadero del mundo. Con la tecnología de los coches híbridos, esta contaminación se reduce a solo una fracción, mientras que con los eléctricos puros se logra la meta de cero emisiones.
Sin embargo, la masificación de la electrificación de los vehículos se ha topado con dos obstáculos. Primero está el referido a los altos costos, aunque año a año estos han ido abaratándose por la producción en serie. El otro es mucho más concreto y se refiere a la durabilidad y precio de sustitución de las baterías, pero con esta nueva tecnología se podrá decir definitivamente adiós a los vehículos a gasolina.
El procedimiento que hará que el mundo le diga adiós a los coches de gasolina
Autocraft EV Solutions, una empresa del Reino Unido especializada en la repotenciación, reparación y reacondicionamiento de baterías para coches eléctricos, ha realizado un estudio que incluyó a 559 reparaciones de baterías, determinando que el daño usualmente no ocurre en toda la batería, sino en ciertas celdas individuales. Por lo que solo se requiere, en promedio, el reemplazo de 1,1 módulos de todo el elemento.
Para obtener una restauración de la capacidad de la batería mayor al 90 % (cumpliendo con los estándares de China por ser quien decide cómo deben ser las baterías). Para esto, establecen cuáles son los módulos defectuosos utilizando el método de diagnóstico OptEVizer® que es el más avanzado para poder precisar el origen de la falla, aislando la misma. Lo que da una nueva filosofía de mantenimiento: reparar en lugar de sustituir baterías.
Así, se reducen en un 93 % la huella de carbono y las emisiones. Por ejemplo, en el caso de una batería de 82,5 kWh su reparación en lugar de sustituirla conlleva la no emisión de 12 toneladas de CO2. Por otra parte, como mínimo el 92 % de los módulos de esta batería que se sustituye son útiles para otros sistemas, ya que son reutilizables.
Pero un punto que hace que esta tecnología de recuperación de baterías de los coches eléctricos sea más eficiente es estandarizar diseños que no dificulten la reparación sino por el contrario, que la faciliten. Se hace necesario que los legisladores exijan a los fabricantes que sus baterías sean elaboradas con fácil acceso y modulares de esta forma estaríamos ayudando a decir adiós a los automóviles que usan combustibles fósiles.
Otras razones por las que se debe adoptar esta tecnología
Entre ellas está que se debe entender que la sola producción de baterías no es sostenible por los materiales utilizados, además de que es necesario fomentar la confianza del usuario en esta tecnología. Por otra parte, el reciclaje prematuro, más que beneficio traería un incremento en las emisiones de CO2 por lo que la conservación de las baterías para coches eléctricos existentes es medular.
Concluyendo, con esta nueva tecnología para la reparación de las baterías para coches eléctricos (aunque esta extraña “pasta dental” negra le hará una buena competencia) se logra una recuperación de más del 90 % de su operatividad de manera muy barata. Esto nos permitirá despedirnos definitivamente de los vehículos que utilizan combustibles fósiles en España y el mundo.
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