México y Estados Unidos han vuelto este domingo a la senda de desencuentros templados que ha caracterizado su relación, desde la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, en enero. La Secretaría de Agricultura estadounidense ha anunciado sorpresivamente que suspende de manera unilateral la importación terrestre de ganado de México, al menos por dos semanas. La culpa, ha dicho su titular, Brooke Rollins, en un mensaje en su cuenta de X, es del gusano barrenador, una plaga que afecta al ganado mexicano desde noviembre.
El anuncio no ha gustado en México. El secretario del ramo al sur del río Bravo, Julio Berdegué, ha mostrado su disgusto en redes sociales. Primero ha calificado la decisión de “unilateral” y ha dicho que la medida “no contribuye a nuestra estrategia conjunta contra esta plaga”. Luego ha rectificado el texto de los mensajes y ha dicho: “No estamos de acuerdo en esta medida, pero confiamos en que en menor tiempo estaremos llegando a un acuerdo”.
Esta semana, Berdegué se había reunido en Washington con Rollins, para tratar este asunto, entre otros. En un mensaje que publicó en sus redes sociales, Berdegué decía: “Logramos acuerdos que serán beneficiosos para ambos países, incluyendo reforzar los mecanismos de diálogo y consulta mutua para atender los temas permanentes y también aquellos emergentes”. En las fotos que acompañaban el mensaje aparecían Berdegué y Rollins sonriendo, chocando sus manos.
La reunión se daba en un contexto de vuelta a la normalidad en las exportaciones de ganado a Estados Unidos, tras la anterior suspensión, que tuvo lugar a finales del año pasado. Por las palabras de Berdegué, parece que las reuniones habían sido productivas, pero la aparición constante de casos en el sur de México, y los primeros contagios en humanos, detectados estos últimos días, también en el sur, podrían haber motivado la nueva suspensión.
La suspensión pone en una situación complicada a la industria ganadera en México. Cada año, el país exporta más de 1.000 millones de dólares en ganado al país vecino. La medida, ha explicado la Secretaría de Agricultura estadounidense, aplica al ganado vacuno, equino, y también a los bisontes. ”La última vez que esta devastadora plaga invadió Estados Unidos, nuestra industria tardó 30 años en recuperarse. Esto no puede volver a ocurrir”, ha dicho la dependencia.
La plaga del gusano barrenador es causada por la mosca cochliomya hominivorax, que deja sus larvas en el ganado mencionado, además de perros, gatos, ovejas, cabras, caballos y cerdos. Las larvas se alimentan del tejido vivo y provocan una enfermedad parasitaria conocida como miasis. Los efectos de la enfermedad causada por el gusano barrenador han sido considerados como “verdaderamente dramáticos” por especialistas que consideran tienen un impacto devastador en la producción pecuaria.
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