Como si se tratara de una película de ciencia ficción, dos gusanos encontrados en el permafrost siberiano por investigadores rusos, no solo han vuelto a la vida: también han comenzado a reproducirse.
En 2018, científicos rusos localizaron 300 nematodos congelados en el hielo perpetuo de la región de Yakutia, al norte de Siberia, algunos de ellos provenientes del cadáver de una ardilla congelada. Siete años después, solo dos de ellos regresaron de su estado de suspensión.
De ellos, solo dos lograron volver a la vida: uno tiene una edad calculada en 32 mil años y el otro tiene aproximadamente 41 mil 700 años, lo que los hace los organismos vivos más antiguos del planeta.
Los científicos revelaron que los gusanos no solo despertaron a la vida: también comenzaron a ingerir alimentos y, luego de muchos años, empezaron a reproducirse, lo cual significa un gran avance en la biociencia.
De acuerdo con los investigadores del Instituto de Problemas Fisicoquímicos y Biológicos en Ciencias de la Tierra, los nematodos comenzaron a moverse para adaptarse al nuevo ambiente e incluso modificaron su organismo para alimentarse.
¿Paso a la eternidad?
Los primeros resultados obtenidos por los investigadores señalan que los gusanos pudieron sobrevivir gracias a un fenómeno conocido como criptobiosis, en el cual los organismos disminuyen al mínimo sus funciones metabólicas para enfrentar condiciones ambientales adversas.
Aunque se sabe que los tardígrados la emplean para sobrevivir incluso a la radiación, es la primera vez que se observa un fenómeno de este tipo en un organismo tan antiguo, lo cual podría dar pistas en la lucha contra la muerte y la conservación de los cuerpos.
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