El gigante Tesla sabía muy bien lo que tenía que hacer si quería ser protagonista en el negocio de los coches eléctricos. Y lo puso en marcha con el Tesla Model S, un vehículo que estaba capacitado para hacer cientos de kilómetros entre recargas. Después, también fue clave la creación de una propia red de recargas, que situó a la compañía muy por encima del resto de la competencia.
Ahora, en el mercado de los eléctricos, se busca una nueva variante por la que seguir creciendo y no es otra que la de acortar los tiempos de carga. Es lo que pretende BYD, que ha presentado una plataforma y estaciones de servicio que, si funcionan, prometen cambiar la perspectiva de este tipo de vehículos. Será un punto de inflexión.
¿Invertir el mismo tiempo que llenando un depósito de combustible?
Los vehículos de BYD que están en el mercado funcionan con la conocida e-Platform, que utiliza las Blade-Battery de la propia compañía, con celdas que se apilan en formato vertical unas detrás de otras. Esta forma de desarrollar el trabajo es lo que permite reaprovechar dicha plataforma para múltiples coches.
Pero desde la empresa china quieren avanzar, no se quieren quedar ahí. Saben que el tiempo de recarga es clave si se quiere convencer a los clientes, que apuesten sin dudarlo por los coches eléctricos. Por eso quiere ofrecer los vehículos y las estaciones de recarga que más autonomía recuperan en el menor tiempo posible.
¿Cómo lo conseguirán?
BYD se aprovechará de la Super e-Platform, una nueva plataforma que será apta en sus modelos de mayor tamaño y rendimiento. Destinados al mercado local, los BYD Han L y Tang L serán los primeros en recibir una nueva una nueva plataforma sobre la que monta un único motor de 580 kW (789 CV). Una potencia que les permitirá alcanzar los 300 kilómetros hora de velocidad punta.
Desde la compañía asiática asegura que con estos nuevos modelos se acabará por completo con el problema que provocado por la autonomía de los vehículos y lanzan su propuesta: los coches podrán recuperar hasta 400 kilómetros de autonomía en una recarga de cinco minutos.
Este reto será posible porque la nueva plataforma admite una recarga de hasta 1.000 kW, algo que no está al alcance de cualquier otro coche eléctrico que se haya visto en Europa.
Estaciones de recarga a la altura
Este tipo de recarga, con estos niveles de potencia, necesita de estaciones preparadas para ello y el objetivo de BYD es el de contar con 4.000 estaciones de servicio por toda China y se compromete a potencias de hasta 1.360 kW en las recargas.
Para garantizar estas cifras, la compañía creará unos sistemas de refrigeración líquida ya que el gran escollo para alcanzar estas potencias ha sido el calor que generan las mismas, lo que reduce la eficacia de las estaciones de recarga de este tamaño.
Dudas al respecto
Pero hay detalles que no están claros en todo este proceso de BYD. El primero, que la firma asiática no ha confirmado durante cuánto tiempo puede mantener la recarga de 1.000 kW. Por otro lado, no ha hecho oficial tampoco de qué tamaño de batería montarán los Han L y Tang L o cuál esperan que sea su consumo. Esto es esencial porque los criterios de homologación en cuanto a autonomía en China son mucho más laxos que en Europa.
Pero con el anuncio, lo que se ha hecho ha sido eliminar las dudas sobre el coche eléctrico como apuesta de futuro. Y es que para la BYD “el objetivo es hacer que la carga de los vehículos eléctricos sea tan rápida como repostar un coche de gasolina, logrando la paridad combustible-electricidad en cuanto a velocidad de carga”, declaró Wang Chuanfu, presidente y director general de BYD Group.
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