Con celular en mano, la generación Z, aquellos que nacieron desde finales de la década de 1990 hasta aproximadamente el 2010, revolucionó el uso del lenguaje. A través de las redes sociales, especialmente en TikTok, los jóvenes que pertenecen a esta generación han echado mano de expresiones novedosas para referirse a conceptos cotidianos; algunas de esas nuevas expresiones son tomadas de otros idiomas, otras son palabras del español modificadas y algunas más son términos completamente nuevos, creando toda una jerga.
Una de las palabras más populares en la jerga de TikTok es cringe. Si alguna vez escuchaste expresiones como “me da cringe tu outfit”, o “me dio cringe ir al gimnasio con esa playera”, seguro te preguntaste qué significa la palabra cringe. Aquí te lo explicamos.
La palabra cringe es una expresión del idioma inglés, que significa “encogerse” o “hacerse pequeño”. Otra acepción de la palabra es “avergonzarse“, y de ahí viene el uso que hoy día le dan los jóvenes en las redes sociales, quienes la emplean para expresar que sienten vergüenza ajena por algo o alguien.

¿Qué es la vergüenza ajena?
En respuesta a un usuario de X, antes Twitter, que preguntó si es redundante decir “pena ajena”, la Real Academia Española (RAE) le respondió que no es redundante, ya que la pena o vergüenza se puede sentir por lo que hace uno mismo o por lo que hace otra persona.
Partiendo de esa definición, se puede explicar la vergüenza ajena, o pena ajena, como la sensación de incomodidad que experimentamos cuando somos testigos de alguna situación embarazosa o humillante que experimenta otra persona. A través de la empatía, podemos experimentar nosotros esa sensación de malestar que atraviesa el otro.
¿Qué dice la ciencia sobre el cringe?
Frieder Michel Paulus, profesor de la universidad de Marburgo, Alemania, publicó en 2013 los resultados de un estudio sobre el tema, tras realizar un experimento con 619 personas que fueron expuestas a situaciones vergonzosas.
Entre las principales conclusiones del estudio, destaca que las personas experimentan vergüenza ajena al observar los errores o las violaciones a las convenciones sociales de otros en público. En dos estudios consecutivos, los expertos investigaron la experiencia subjetiva de la vergüenza indirecta en una amplia gama de situaciones.
Entre otras cosas, demostraron que la vergüenza ajena se experimentaba independientemente de si el protagonista observado actuaba de manera accidental o intencional, y si era consciente o no de encontrarse en una situación embarazosa. Asimismo, mediante resonancia magnética demostraron que la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior izquierda, dos estructuras implicadas en la percepción indirecta del dolor ajeno, también se activan ante la experiencia del “dolor social” por los defectos y los errores de de otros.
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