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Esto lo cambia todo y no habrá vuelta atrás


La exploración espacial ha sido una aspiración del hombre, puesto que casi desde el momento en que tuvo uso de razón, ha sentido curiosidad por saber lo que hay más allá de nuestro planeta. Para ello ha inventado diferentes artilugios, primero para escapar de la atracción de la Tierra y luego para surcar el espacio. A este respecto te presentamos el secreto espacial que guardan los Estados Unidos.

La exploración espacial: cuando el hombre cruza la última frontera

La sed de conocimientos del hombre es insaciable. Primero fue la exploración de su entorno, después exploró los mares y sus profundidades, aunque aún le falta mucho por conocer pero luego se aventuró al espacio infinito, donde no solo observa sino que quiere encontrar explicación a los fenómenos interestelares que puede mirar a través de las ventanas de sus naves y, en última instancia, mediante modernos telescopios.

Una forma muy ingeniosa de explorar los confines del universo es mediante el uso de una nave espacial no tripulada equipada con equipos y sensores que pueden ir transmitiendo sus descubrimientos en un viaje sin retorno. Sin embargo, el mayor problema que presenta esta metodología es su forma de propulsión la cual debe ser infinita. Los Estados Unidos han conseguido la solución y esta cambia todo.

Una forma de impulso que es innovadora y realista

La mejor forma de impulsar una nave espacial con una potencia constante e infinita es usando velas solares y este es el mayor secreto que tienen los Estados Unidos. En este sentido, Nature Communications ha publicado un artículo elaborado, en forma conjunta, por un grupo de científicos de la Universidad de Brown, EUA, y la Universidad Tecnológica de Delft de los Países Bajos.

En el mismo explican que han desarrollado una tela que es ultrarreflectante y ultrafina que está dirigida a aplicaciones para velas solares (es más fina y resistente que esta que lanzó en prueba la NASA). Con esta técnica se ha construido una vela prototipo que es cuadrada y que mide unos 60 milímetros de lado para hacer ensayos. Su principal innovación es que su grosor es de 200 nanómetros.

Por lo que es unas 500 veces más fina que un cabello humano, posee una relacional de aspecto jamás alcanzada. Por otra parte, esta membrana prototipo está microperforada para hacerla más ligera sin afectar su índice de reflectividad y está hecha con una única capa de un compuesto llamado nitruro de silicio, es muy resistente a la temperatura y a la deformación física.

El proceso de fabricación del prototipo tardó un solo día. Se calcula que, dependiendo del área necesaria, tomará un mes o mes y medio hacer una vela funcional para una nave espacial. Esto equivale a una fracción del tiempo invertido en velas convencionales. Lo que demuestra que el procedimiento de fabricación de velas solares con este material es escalable y muy rentable.

¿Cómo funcionan las velas solares?

Su funcionamiento se basa en el uso de la fuerza de empuje de la luz solar que actúa como el viento para las velas en el mar. La nave espacial es propulsada por los fotones que rebotan en la superficie, la cual es direccionada convenientemente según la dirección que se desee. Sin embargo, presentan limitaciones por el diseño de las botavaras que son los mástiles hechos de aluminio que permiten su despliegue por ser muy frágiles.

Como conclusión, el mayor secreto espacial que tienen los Estados Unidos es el diseño de las nuevas velas solares que darán impulso a sus naves de una forma muy barata (incluso permitirá la exploración del nuevo planeta descubierto en los confines del Sistema Solar). Están hechas de un material que permite que la fabricación sea escalable y rentable aunque queda por resolver el problema de las botavaras.



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