¿Cómo se define la construcción de un data center?
La expansión global de Google Cloud responde a tres criterios clave: demanda de clientes, disponibilidad de energía -especialmente renovable- y espacio físico. A partir de esa lógica, la empresa ha desplegado infraestructura en más de 32 regiones y continúa ampliando operaciones en países como México, Suecia, Países Bajos, Polonia y Arabia Saudita.
“Diseñar un centro de datos es algo extremadamente sofisticado. Evaluamos cuántos clientes lo requieren, qué tipo de energía está disponible, particularmente renovables, y si hay espacio suficiente para construirlo”, explicó Kurian.
La colaboración con actores locales también es parte de la estrategia. En México, por ejemplo, Kurian destacó que si bien Google diseña la infraestructura, la construcción se realiza con equipos locales, en alianza con proveedores de telecomunicaciones y redes para garantizar conectividad e integración regional.
En América Latina, la estrategia de infraestructura de la empresa toma forma con un enfoque híbrido entre grandes centros de datos y soluciones localizadas, diseñadas para atender necesidades específicas de soberanía, latencia y volumen de procesamiento.
La zona cuenta con tres regiones en Chile, Brasil y México, interconectadas con la red global de Google.
Pero más allá de estas inversiones de largo plazo, la empresa ha comenzado a desplegar GDCs (Google Distributed Cloud) en países como El Salvador, como alternativa para gobiernos o industrias altamente reguladas que requieren procesamiento local inmediato.
“Esto resuelve problemas de negocio donde el volumen de transacciones o la velocidad de respuesta es crítica, como en bancos, gobiernos o manufactura”, explicó Eduardo López, Presidente de Google Cloud en América Latina.
La visión a futuro contempla una red más descentralizada y adaptable, donde la infraestructura no se impone desde Silicon Valley, sino que responde a la realidad de cada país.
En México, Julio Velázquez, director de Google Cloud en el país, señaló que por ejemplo, el centro de datos en Querétaro ya está operativo desde diciembre de 2024, y está conformado por clientes nativos digitales y empresas tradicionales.
Además, la región destaca por su alto uso de energía limpia: Brasil y Chile operan con matrices energéticas renovables superiores al 90%, lo que convierte a Latinoamérica en un polo atractivo para inversiones tecnológicas con foco en sostenibilidad.
“América Latina no está atrás. De hecho, en muchos aspectos está mostrando mayor optimismo sobre el impacto positivo de la inteligencia artificial que otras regiones”, subrayó Velázquez.
En paralelo, uno de los argumentos recurrentes en contra de una mayor expansión de centros de datos es el consumo energético. Sin embargo, Kurian enfatizó que este problema está siendo resuelto con tecnología.
“Desde enero hasta junio de 2024, el costo de inferencia de IA se redujo 20 veces. Esto significa que la energía necesaria para operar modelos ha bajado significativamente”, afirmó.
Además, Google ha optimizado el diseño de sus data centers para reducir el uso de energía mediante refrigeración líquida, integración de fuentes renovables y exploración de tecnologías como la energía nuclear. En algunas regiones de Europa, sus centros de datos ya funcionan con más del 95% de energía limpia.
Mientras Estados Unidos sigue dominando el mapa, el verdadero poder en la era digital estará en quien controle, o distribuya inteligentemente, la infraestructura que hace posible todo lo demás.
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