Ya pasó casi medio año desde que comenzó la disputa entre Maribel Guardia e Imelda Garza Tuñón, en donde el principal afectado ha sido el pequeño José Julián, hijo de la fallecida estrella Julián Figueroa. Y es que desde que Guardia emprendió medidas legales en contra de su exnuera, la situación se llenó de declaraciones hechas por personas cercanas a ambas figuras.
Pero uno de los testimonios más impactantes fue el dicho por Fernando Gamboa, exnovio de Imelda, quien reveló que la cantante tenía un problema con el consumo de sustancias, lo que terminó por asentar las declaraciones hechas por Maribel Guardia. Ahora, meses después de estas afirmaciones, el empresario reveló haber sido víctima de presiones y amenazas para hablar en contra de su expareja.
Durante una entrevista con la periodista Addis Tuñón, Gamboa relató haber sido abordado por individuos que, sin presentar citatorios legales, intentaron obligarlo a declarar que Imelda tenía problemas de adicción. Según su testimonio, fue amenazado con ser incriminado falsamente por posesión de drogas y se le exigió dinero para evitar represalias.
Exnovio de Imelda Garza Tuñón dijo haber sido amenazado
Cabe recordar que la controversia comenzó cuando Maribel Guardia presentó una denuncia por violencia familiar contra Imelda Tuñón, alegando que descuidaba a su hijo y consumía alcohol y drogas; fue así como una de las personas que declaró en contra de la cantante de 28 años fue Fernando Gamboa.
Sin embargo, durante su encuentro con la periodista Addis Tuñón afirmó que, por miedo, accedió a participar en una entrevista donde debía hablar negativamente de Imelda, aunque intentó resistirse a colaborar con esas acusaciones. Relató que todo inició cuando personas sin identificación legal se presentaron en su domicilio, incluyendo un hombre que afirmó ser policía y que mostró una carpeta con información.
Me dio miedo, más que nada porque me estaban extorsionando […] Me querían subir a una patrulla y me querían sembrar droga. Tuve que negociar, dijo Fernando Gamboa.
Además, denunció que le solicitaron grandes sumas de dinero para no ser acusado ni involucrado en falsos cargos, y que a pesar de pagar, las amenazas continuaron. Durante esta situación, el empresario sintió que su vida corría un gran peligro, por lo que decidió continuar ayudando a las personas, quienes no han sido identificadas de manera pública.
Después me estaban atacando, literal llegaban con armas y me decían: ‘A mí lo que me sobra es fentanilo, relató Gamboa.
Fu así como en el transcurso de la conversación, Fernando Gamboa relató que fue obligado por sus extorsionadores a participar en una entrevista pública en la que debía emitir declaraciones perjudiciales contra Imelda Tuñón. Según su testimonio, se le exigió que la señalara falsamente como consumidora habitual de drogas, acusación que sería completamente falsa, según las declaraciones de Gamboa.
Si bien, el empresario afirmó a Addis Tuñón que en todo momento trató de oponerse a colaborar con esa estrategia de difamación, el temor por su integridad física y las amenazas constantes lo llevaron a ceder ante la presión. Gamboa afirmó que todo se trato de una “campaña de desprestigio” en contra de Garza Tuñón con el posible fin de obtener la custodia del niño.
Era una campaña de desprestigio. Me dijeron que dijera que ella se drogaba y que aceptara que era adicta, cosa que no es, para legalmente poderla perjudicar. O sea, de hecho yo sí les dije: “No se droga”, pero era una campaña de desprestigio, sentenció.
Fernando Gamboa pide perdón a Imelda Garza por las declaraciones en su contra
Afectado emocionalmente por todo lo ocurrido, Fernando Gamboa decidió hablar con Imelda Garza Tuñón y contarle la verdad detrás de sus declaraciones públicas. Le confesó que había sido víctima de una serie de amenazas y actos de intimidación que lo orillaron a actuar en su contra, a pesar de no querer hacerlo.
De la misma forma, la desesperación por aquellas amenazas lo llevó a acudir a las instancias legales correspondientes y formalizó una denuncia por los delitos de extorsión y privación ilegal de la libertad en grado de tentativa. Este proceso ha sido descrito por el empresario como una “situación repugnante”.
Me sentí mal, como que la traicioné, como que no tenía otra escapatoria. De hecho yo ya hablé con Imelda y le tuve que explicar que me estaban extorsionando y casi casi secuestrar, finalizó.
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